tag:blogger.com,1999:blog-74275798626877167342024-03-08T08:51:40.295-08:00DispepsiaAntonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.comBlogger103125tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-89826100428895429242023-12-09T09:28:00.000-08:002023-12-09T09:50:48.496-08:00Formentera 1999<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;"><i>Advertencia. Contenido adulto: lenguaje soez, desnudez, drogas,
racismo, machismo, niños manipulados, violencia.</i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Formentera era el puto paraíso. Ana
y yo hacía muchos años que viajábamos a la isla para pasar un par de semanas a finales
de agosto y principios de septiembre. Se trataba de un verdadero viaje. El
“Punta Pedrera”, el viejo barco que zarpaba del puerto de Valencia rumbo a la
pequeña isla, nunca navegó bien. Me contó mi amigo Eugenio que cuando lo
botaron se escoró y cayó de panza a babor. Eugenio trabajaba en el astillero.
Hubo que lastrar al barco con toneladas de hierro a estribor para enderezarlo,
pero nunca navegó ligero por culpa del sobrepeso. Así, el “Punta Pedrera”
surcaba perezoso el Mediterráneo, de manera que la travesía bien podía durar
entre diez o trece horas, dependiendo del estado de la mar. Cuando hacía malo y
las olas lo batían, hacía gala de su cojera congénita y muchos pasajeros se
ponían verdes y echaban por la borda su primera papilla. Se trataba de un
hermoso espectáculo tragicómico, porque algunos
se agarrotaban en posiciones expresionistas, como las víctimas del Etna,
mientras rogaban al Señor que se los llevase pronto. </p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Pasaron los años y tuvimos hijos.
En 1999 embarcamos con los dos para que viviesen unos días en el puto paraíso.
Marina tenía tres años. Antonio, uno. El “Punta Pedrera” tosía y esputaba
escoria negra por la chimenea. Pronto se jubilaría. Pero navegó seguro y pocas
millas antes de arribar ya olimos el olor a higuera y a pino de la costa de
Formentera.</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Bajamos a tierra al atardecer.
Todavía teníamos tiempo para acercarnos a la calita y pegarnos un baño. No
había nadie en la calita. Nos desnudamos y nadamos. Ana llevaba al niño en
brazos. Yo saqué algunas fotos con mi Contax. </p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Dormíamos en una habitación de
una construcción blanca de un piso. La fachada principal se orientaba hacia el
mar y las laterales y la trasera se abrían a la pinada. De la recepción y la
limpieza se encargaban los empleados de un hotel que estaba a unos cincuenta
metros. Teníamos una llave de la cerradura de la habitación, pero no había
puerta de entrada al edificio. Compartíamos el baño con las otras cinco
habitaciones. Por las noches, cuando teníamos ganas de mear, salíamos por la
ventana del cuarto y hacíamos pis en la pinada. Por la mañana nos acercábamos a
desayunar al hotel. Nunca cerrábamos la ventana. Aún no había italianos de los
que preocuparse. </p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Una de las habitaciones la
ocupaba un negro viejo y corpulento que no paraba de cantar. Lo hacía muy bien.
Una vez abrí la puerta del baño porque me cagaba y vi al negro duchándose. El
viejo negro hacía honor al tópico de su raza. </p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Nos tomamos unos vinos blancos al
atardecer. Los niños se soportaban mejor con un leve sopor alcohólico. Después,
nos dio pereza movernos en bici por la noche, con los niños sentados en sus
sillitas e iluminando la carretera con las dinamos. Las travesías por mar y el
vino aturden y quizá pudiéramos hacer eses. Así que cenamos en el hotel. El
pez, recién pescado con arpón en su roca, sabía a felicidad y lo homenajeamos como
merecía. Dejamos caer en la arena algunas escamas rojas y tostadas para que se
las comieran las lagartijas. Las lagartijas eran verdes y azules, muy confiadas.
Trazaban dibujos sobre la arena con sus rabos y sus patitas, como cremalleras
o puntos de sutura. Un gorrión se acercó a saltitos y se comió a una de ellas.
Un gato se comió al gorrión. </p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Me pedí un coñac del malo, porque
es el que me gusta, y me fumé un porro. Las olas arrullaban. La niña pedía
cuentos. Le prometí que se los contaría en la pinada, en cuanto regresásemos a
la habitación. El niño dormía. Pero entonces empezaron a tocar los músicos. Lo
hacían muy bien, jazz suave pero no demasiado meloso. Batería, bajo y guitarra.
Nuestro vecino negro mareaba su cabeza al descompás un par de mesas más allá. Y
de pronto el guitarra le invitó a participar y le cedió su instrumento con una
reverencia. Versionó a Bob Marley con cadencia de soul. Nunca me he sentido
mejor en toda mi puta vida.</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">El cuento que le conté a mi niña
hablaba de la amistad entre una lagartija y un ratón. El ratón se sentía
profundamente atraído por la lagartija, pero ella no accedía a sus requiebros
amorosos. Se querían, pero no había manera de que congeniasen la sangre fría y
la caliente. Es lo normal. Al final se las comía un gato.</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Por la mañana coincidimos con una
pareja de amigos. Todos desnudos, como es lógico. No hay nada más incómodo que
vestir ropa mojada. Buceamos. Mi amigo se adornó la cabeza con una enorme
estrella de mar. Yo, con un pulpo. Ellas se colgaron conchas de los pezones.
Nos hicimos fotos.</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;"><i>Años después...</i></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;">Dejamos de ir a la isla. Como
dijo aquel: “no regreses a los lugares donde fuiste feliz, puto hippie”. </p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-35132723198794832932022-11-02T05:53:00.000-07:002022-11-02T05:53:03.013-07:00Una mañana casi perfecta<p> </p><p class="MsoNormal">El Cabanyal, Valencia, 31 de octubre de 2022, unos 22 o 23
grados, puente de Todos los Santos.</p>
<p class="MsoNormal">Lunes festivo. ¿Existe algo mejor? Me levanto tarde, a eso
de las ocho y media, y me lo tomo con calma. Desayuno mis pastillas, evacuo y
salgo de paseo con la perrita, que también hace lo propio (evacuar, no le dejo
que tome pastillas sin mi supervisión). Visto unas elegantes bermudas que, como
sea que son mi uniforme habitual en la cocina, lucen extensos lamparones de
sofrito. Parecen de camuflaje. Me cubro el tronco con una camiseta negra escasa
de lustre y bastante escotada por el decaimiento. Calzado cómodo para el paseo:
pinkies y manoletinas. </p>
<p class="MsoNormal">Regreso a casa y obro de nuevo. En esto de soltar lastre soy
de podio. Más desde que me extirparon algunas tripas que, dicho sea de paso,
nunca me devolvieron. Poco les hubiera costado meterlas en un túper y dármelas
para que las exhibiese, las churruscase a la brasa o, simplemente, las
enterrase en el jardín. Cierto es que los médico me salvaron la vida, pero les
faltó tacto en este asunto. </p>
<p class="MsoNormal">Salgo de nuevo a la calle, esta vez sin la perrita. Me
encuentro una pequeña cama elástica circular junto al contenedor de residuos
orgánicos, pero, cuando voy a trincarla, se manifiestan desde la nada cinco
adolescentes imberbes que me la arrebatan y cruzan la calle. Los veo aparecer y
desaparecer a saltitos por encima de los techos de los coches aparcados junto a
la acera de enfrente. Se burlan un poco de mí, pero no me importa porque entiendo
que he perdido reflejos y que he de dar paso a estas nuevas generaciones de
chamarileros de poca monta. Enfilo la Calle de la Reina hacia La Batisfera, una
de mis librerías de referencia. Nacho me ha escrito y dice que nuestro libro,
inesperadamente, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gusta. Decido celebrarlo
dejándome la friolera de menos de catorce o quince euros en libros. Y, si me
sobra, me tomaré un vino blanco en una terracita. Brilla un sol limpio que no
hace sudar. Los azulejos de mi barrio refulgen. Llego a la librería y la cosa
se me va de las manos. Compro un bellísimo libro de Robert Frank con
fotografías del Cabanyal de cuando el hombre anduvo por aquí el verano de 1952.
También recupero dos libros de Eduardo Mendoza, que tuve en su momento y que intuyo
en las estanterías de un buen amigo hijo de la gran puta. Tiro a pagar y veo en
el mostrador una edición muy bonita de un relatito de Chirbes que adquiero por
adicción. El demoniete que se posa sobre mi hombro izquierdo me dice que me lo
merezco y que de aquí nada será mi cumpleaños, que estos libros no son más que
un regalo anticipado. Le meto una hostia de revés al ángel que me sermonea
desde el hombro derecho y camino hacia el mar. Cruzo por las Casitas Rosas como
trabajo de campo. Por fortuna todo sigue igual de aristocrático, como requiere
la estirpe y la endogamia. No entiendo porqué hay que elegir entre puros y
bastardos, sobre todo porque no cabe una elección entre lo que existe y lo que
no. Tampoco es el momento de diatribas. Pero, en cualquier caso, hoy no me
importa que sea así.</p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El mar nunca me
defrauda, incluso cuando alguna vez me ha asustado mucho. Hoy estaba amable, plateado
y quieto. Me entran ganas de hacerme un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">selfie
</i>con un crucero de fondo de unos quince pisos de altura y un calado abisal,
como el de un iceberg. Hay gente que pasea, la justa para no molestar. Apoyo la
espalda en el murete<span style="color: red;"> </span>del paseo marítimo y entierro
mis pies en la arena tibia, desprecinto el libro de fotografías y lo ojeo. Ni
una pizca de brisa a un día de noviembre, los pies calentitos, me adormilo. Mis
párpados filtran la luz del cielo, de ese azul limpio y apretado que sólo se ve
aquí, y lo tiñen de un bermellón licuado. Sopor de duermevela. </p>
<p class="MsoNormal">Mi alcoholismo vence a la racanería y me siento en la
terraza de un bar que no conozco. Cuando caigo en la cuenta de que la parroquia
no es del lugar me cago en todo. El barrio se ha gentrificado (o así dicen) y
en este garito nadie habla en cristiano. Todos andan preocupados de la wifi y
de mirar la pantalla del Mac. Son rubios y gastan coleta o rastas. Estos pijos
tienen la culpa de que todo sea más caro. Supongo que Robert Frank llamaría más
la atención en 1952. Me resigno y leo un capítulo del libro de Chirbes mientras
me empujo un vino blanco que, todo hay que decirlo, es bueno, está fresco y
colma la copa. </p>
<p class="MsoNormal">Vuelvo a casa arrastrando los pies. Callejeo por donde me
gusta y pienso que la mañana hubiera sido perfecta si no me hubieran cobrado 3
euracos por la copa de vino blanco. Puta gentrificación. Puta wifi. </p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-47881228179290232282022-09-11T10:46:00.000-07:002022-09-11T10:46:24.222-07:00Diario en pantalón corto<p><br /></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lunes 1 de agosto de
2022<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Llegamos a Altea el viernes a última hora de la tarde. Pese
a los augures, no hubo problemas de tránsito. Descargamos el coche y pusimos
algo de orden en las casas. Yo sustituí mi plato para vinilos y mi reproductor
de cds por otros menos antiguos y de mejor calidad. También instalé una radio
nueva que conecté al amplificador, el único elemento de la cadena antigua que
mantuve. No funcionó nada. En absoluto. Todo regalado con la mejor voluntad por
Alberto, por si sirve el dato. Como sudaba como un pollo de granja intensiva,
lo dejé estar para el día siguiente y, resignado, tuve que cocinar conectado a
Spotify.</p>
<p class="MsoNormal">Por la noche, después de cenar, agradecí que hubiera cucarachas
en la casa de al lado (tengo dos casas porque no soporto la compañía). Creo que
maté unas seis o siete. Soy animalero -que no animalista- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y no mato ni a los mosquitos. Para eso cuento
con las salamanquesas a las que dejo encendida la luz toda la noche para que
cacen. Pero las cucarachas son odiosas. Me gusta salir de expedición cinegética
y sentir esa sensación primitiva de acecho, asedio y ejecución. Las cucarachas
son listas, valientes, veloces y flexibles. Pero yo me pertrecho de flit y
zapatilla y no soy menos arrojado. De manera que camino en silencio, descalzo,
a pasitos cortos como las salamanquesas, y voy encendiendo y apagando las luces
de la casa a medida que avanzo. Y cuando tengo una a tiro le atizo un
zapatillazo. Si por una de esas escapa, la rocío de insecticida y veo como huye
borracha hasta que se detiene agonizante. Las cucarachas agonizan mucho, quiero
decir que tras el zapatillazo, el veneno o ambas cosas, todavía mueven sus
patitas y sus antenas durante horas. Deben sufrir horrores. Y yo las dejo
sufrir.</p>
<p class="MsoNormal">El sábado compramos una mesita para la piscina, una macetita
y encargamos un par de tumbonas con loneta a rayas de esas que salen en “Muerte
en Venecia”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después, me puse a podar,
me clavé varias espinas que se me infectaron y sudé como un pollo de granja
intensiva. </p>
<p class="MsoNormal">Por la noche no cacé cucarachas, porque la peluquera de mi
suegra -que es una cortarrollos- le dijo que hay un método mucho más eficaz,
inocuo y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que las mata sin intervención
humana. Se trata de un líquido que les apetece mucho. Dejas caer algunas
gotitas en los lugares que frecuentan y se lo llevan solidarias a su nido,
donde envenenan al resto de la colonia. Una sola gotita puede acabar con
cincuenta cucarachas. Y va y funciona. Se acabó la diversión. Por cierto, las
cucarachas en portugués se llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">baratas.</i>
Me encanta el portugués.</p>
<p class="MsoNormal">El domingo limpié un par de lámparas, pinte algún
desconchado, colgué la hamaca e hice un crucigrama. Y cogí otitis. </p>
<p class="MsoNormal">Por las noches me acuesto muy cansado y me cuesta
concentrarme en la lectura. Releo ejemplares del “Reader’s Digest”. Ahora estoy
con uno de octubre de 1961. Me divierte ver que no acertaron ni una. Pero, sin
embargo, la publicidad era muy moderna en sus formas y arriesgada en sus
contenidos. Acabo de disfrutar de un anuncio en el que dos tipos vestidos de
smoking dejan a sus esposas en segundo plano, detrás de una cortina y
desenfocadas, mientras comentan: “Ahora es el momento de fumar un Camel”.
Debajo, un lema: “El mejor tabaco hace… la mejor fumada”. Magnífico. </p>
<p class="MsoNormal">Esta mañana, harto de sudar, me he cortado el pelo al cero
coma cinco. Ibrad, mi peluquero -a quien todo el mundo conoce por Dani porque
heredó la peluquería con ese nombre- me ha cobrado siete euros por aliviarme el
moño y repasarme las cejas. Dice que igual se coge vacaciones en enero, porque
le duelen el cuello y los brazos.</p>
<p class="MsoNormal">Tras ingentes trabajos manuales, me he pegado un baño.
Todavía no le he quitado las etiquetas al bañador nuevo. Que cada uno concluya.</p>
<p class="MsoNormal">He retomado la lectura de “Una historia de las imágenes” de
David Hockney y Martin Gayford. Lo estoy gozando. Hay reproducciones tan bellas
que me asfixian. Me han inspirado tanto que creo que voy a intentar utilizar el
pantógrafo del XIX que tengo arrumbado en las estanterías. </p>
<p class="MsoNormal">He oído en la radio que el gobierno quiere calificar a los
animales como “sintientes”. No puedo estar más de acuerdo, excepto con las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">baratas. </i>Lo que me choca es que van a
prohibir los espectáculos circenses con animales, pero no las corridas de toros
ni las fiestas populares en las que los paletos torturan sin cuento. Yo, si
pudiera, cambiaría mis hábitos cinegéticos y les pegaría zapatillazos y
envenenaría a los paletos antes que a las cucarachas. Y, si no se muriesen de
golpe, los dejaría sufrir. Mucho.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Martes 2 de agosto<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Ayer, al atardecer, regué el jardín. Si tienes más de cinco
metros de manguera es que eres rico. Vi libélulas.</p>
<p class="MsoNormal">Después restauré el viejo tocadiscos y escuché música
clásica: Bowie y el “Rock n’ Roll Animal” de Lou Reed. Y, hablando de animales,
vuelan por aquí unos pájaros medianos con el pecho rojo y cresta. Son muy
bonitos. Por lo que me cuentan mis compueblerinos, son una especie tropical e
invasiva. También las cucarachas grandes y agresivas llegaron de América. Las
de aquí eran pequeñitas, negras y hasta bonitas. En mi casa no hubo cucarachas
hasta que llegaron los vecinos. Los vecinos también son invasivos. Los seres
humanos se dividen en personas y vecinos. Con los vecinos pesados hay que ser
inclemente.</p>
<p class="MsoNormal">No me gusta la Coca-Cola. Me da angustia. No creo haberme
bebido más de cinco o seis en toda mi vida, y tres de ellas, con ron.</p>
<p class="MsoNormal">Hoy han llegado mi madre y mi padre. Mi madre quiere pasear
por lugares que ya no existen y saludar a personas que han muerto. </p>
<p class="MsoNormal">No me he cambiado de ropa desde que llegué.</p>
<p class="MsoNormal">Me he bañado desnudo en la piscina. Mi madre me ha visto el
culo y se lo ha comentado a mi padre.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Le he visto el culo a Antonio.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y cuál es el problema? -le ha contestado mi
padre-. Se lo limpiabas cuando era pequeñito.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Pues a ver si se da la vuelta y veo si le ha crecido
lo otro.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Miércoles 3 <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Es como cuando en el colegio te obligaban a copiar cien
veces la falta que habías cometido. Así es lo que vivo con mi madre todo el
rato, sin parar, incluso ahora mientras escribo. Además mi madre, como yo
cuando me castigaban, lo hace de mal humor. De muy mal humor. Es como la mal
denominada “Tortura de la gota malaya” (en realidad, era una bota). Infinitas
gotas, una tras otra. Bucles sinfín. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l6 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]-->¿Qué
hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l2 level1 lfo8; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]-->¿Y
mis gafas?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">En tu habitación, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l3 level1 lfo9; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]-->¿Qué
hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Me voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l10 level1 lfo11; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]-->Me
voy a hacer la cena.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Ya la hago yo mamá. Son las cuatro de la
tarde. Hay tiempo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">5-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">6-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">7-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">8-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">9-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l13 level1 lfo14; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">10-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]-->¿Qué
hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast">Nada, mamá.</p>
<p class="MsoNormal">Y así hasta los confines del universo. </p>
<p class="MsoNormal">A mi madre nadie le explicó que a veces no pasa nada por no
hacer nada. La pobre no ha parado nunca y no sabe cómo hacerlo. Tampoco ahora
está bien vista la inactividad. Incluso en los momentos de ocio no conviene estar
quieto porque queda mal. Hay que bailar swing, petardear en moto de agua o
salir en pandilla a caminar hasta Santiago de Compostela. Los que petardean en
moto de agua son muy hijos de puta. Los que petardean en moto de agua son los
más hijos de puta.</p>
<p class="MsoNormal">Todo sea por no estar quieto y no leer, no vaya a ser que
aprendan algo y se debiliten. </p>
<p class="MsoNormal">A mí, como decía Berlanga, el ocio no me deprime. Me cuesta
rascarme la huevera a dos manos, pero tampoco me siento demasiado culpable
cuando lo hago.</p>
<p class="MsoNormal">No nos traen las tumbonas de loneta. Debí sospechar del
nombre de la empresa de reparto: TimoSA.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jueves 4<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué harás mañana?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Estar aquí.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué harás mañana?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Descansar.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué harás mañana?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Seguir de vacaciones.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Estás de vacaciones?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Cómo ha quedado el Castellón?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Creo que ha ganado.</p>
<p class="MsoNormal">Mi padre sale a pasear y Ana hace la compra. Y mi madre y yo
hablamos. Es fácil abstraerse porque son conversaciones sencillas. Así que por
las mañanas, como no puedo dejarla sola, leo mucho. En tres días me he
ventilado doscientas quince páginas del libro de Hockney. También es verdad que
trae muchas estampitas. Es un bonito libro, como dejé escrito por ahí arriba. </p>
<p class="MsoNormal">No puedo cocinar con sal ni con azúcar ni con grasa de
ningún tipo, incluido el aceite. No es fácil, pero mis padres comen como si no
hubiera un mañana. Se ve que les gusta. En Valencia comen muy poco y no varían
el régimen. Aquí me las ingenio para que el pescado blanco y las verduritas no
queden demasiado sosos. Es triste. No sé porqué pienso que es comida de belgas.
Igual los belgas comen muy bien, pero yo relaciono Bélgica con la verdura
hervida y con cadáveres enterrados en los sótanos. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Cuándo salimos a cenar?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Mañana por la noche.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y cuándo vamos a ver a la tía Carmen?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Un día de estos.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Cuándo salimos a cenar?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Un día de estos.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y cuándo vamos a ver a la tía Carmen?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Creo que el Castellón.</p>
<p class="MsoNormal">A veces me lío con tanta letanía. </p>
<p class="MsoNormal">Por las noches me baño en la piscina antes de acostarme.
Proyecto sombras chinescas sobre las teselas y mi pene parece enorme. Y en
estas me entretengo. La sal de mi vida. </p>
<p class="MsoNormal">Finalmente, han traído las tumbonas. He tenido que
montarlas. Mi madre se ha empeñado en dirigir la maniobra. Me ha vuelto loco.
Me ha vuelto loco. Me ha vuelto loco. Me ha vuelto loco. Me ha vuelto loco. Me
ha vuelto loco. Me ha vuelto loco. Me ha vuelto loco.</p>
<p class="MsoNormal">No conozco a ningún belga.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viernes 5<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Acabo de recordarlo. No sé cómo lo había olvidado. Sí que
conozco a un belga. Es neonazi. Es el dueño de un restaurante con vistas a la
bahía. Hacía por encargo un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cous-cous</i>
exquisito. Tuve que elegir entre tratar con un gordo, gilipollas y rapado, que
nunca se adaptó a la mediterraneidad -aun habiendo estudiado aquí la EGB- y su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cous-cous </i>ultradivino. Me vencieron el
estómago y las papilas. Llevé por ahí a todos mis amigos que alabaron la
magnificencia del cordero y la sémola. Hasta que un buen día, en buena compañía
y a punto de servir la mesa, el belga antisemita (hay que tener el cerebro de
una nuez para ser racista siendo belga) va y me suelta:</p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Usted sabe cómo se come esto? </p>
<p class="MsoNormal">Le contesté que metiéndomelo en la boca, masticando y
tragándomelo. Le puse la cruz. No he vuelto por ahí. Puto nazi. Seguro que
tiene una moto de agua.</p>
<p class="MsoNormal">Mi padre se traga todos los malos humores de mi madre. Es el
blanco injusto de sus diatribas. Él la adora y quizás la sobreproteja, pero no
se puede dejar sola a alguien que no puede bajar un escalón, por poco alto que
sea. </p>
<p class="MsoNormal">A Ana no le dice nada. No es de su familia directa y le
puede su educación afrancesada.</p>
<p class="MsoNormal">Conmigo se rebota y yo aguanto con paciencia. Pero a veces
me gana el zodiaco, emerge el escorpión y le largo una retahíla de reproches al
más puro estilo Haddock. Y, ya me sabe mal, pero funciona. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Hoy qué es, martes?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No, viernes.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Hoy qué cenamos?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Por ahí, con la familia.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Con la tía Carmen?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No, con el Castellón.</p>
<p class="MsoNormal">He cocinado pimientos rellenos de arroz, sin sofrito, algo
especiados, poco más. Somos cuatro y uno de los pimientos se me ha deshecho en
el horno. Se lo he comentado a mi padre que pasaba por la cocina y me ha dicho
que le ponga el más bonito a mi madre. </p>
<p class="MsoNormal">Hergé, Uderzo y Gosciny eran belgas, creo. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sábado 6<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Las vidas de María Pura</p>
<p class="MsoNormal">Mi madre vive dos vidas que se entrelazan a su capricho: una
basada en hechos reales, pasados o presentes, y otra fabulada. Todos los días,
por ejemplo, quiere pasear hasta el cenador. Donde estuvo el camino hasta el
cenador hay ahora una tapia y, detrás, los vecinos. Apenas quedan dos
escaloncitos y un par de metros de suelo empedrado que se tropiezan de golpe
con el muro. El paseo era muy bonito, rodeado de adelfas blancas y rosas,
árboles frutales y naranjos. A mitad camino, hacíamos un alto en una pequeña
glorieta circular, con bancos de obra a un lado y a otro, y nos sentábamos bajo
la sombra de un enorme nisperero. A la glorietita la llamábamos el nisperero
por metonimia. Si te colocabas en el centro del exacto del círculo -marcado en
el suelo por un asbesto pulido- y pegabas un grito, se producía un eco que
reverberaba dentro del cráneo. Después, proseguíamos hasta el cenador, otra
bancada adornada con azulejos de aguas que rodeaba una pequeña mesa, también de
obra. Cenar en el cenador no era cómodo. Bastaba con un par de platos para que
no cupiese nada más sobre la mesita. Además, no había luz y las luciérnagas,
aunque hacían lo que podían, no iluminaban lo suficiente, por lo que teníamos
que pertrecharnos de linternas y velas. Al poco, nos rodeaba una nube de
insectos de todos los tamaños y colores a los que parecía gustarles tanto la
luz como el chopped. Mi madre quiere ir al cenador y no entiende por qué hemos
levantado un muro. </p>
<p class="MsoNormal">A mi tío Ramón le gustaba dormir la siesta a la sombra del
nisperero. Mi tío Ramón, hermano de mi abuela, se dejaba crecer el pelo de un
lado para peinárselo de un parietal a otro y taparse la calva. También se lo
teñía con agua oxigenada, logrando un hermosísimo brillo iridiscente. No creo
que mi tío, que era oculista, se engañase del todo con esta ilusión óptica. Por
lo menos a los demás no nos la daba con queso. Un día se le despeinó una
guedeja y mi hermana tiró de ella diciéndole: “Tío, tienes un hilo en la
cabeza”. </p>
<p class="MsoNormal">Mi tío intentaba dormir la siesta y los niños no parábamos
de fastidiarle: “Tío, tío, tío, líanos un cigarrito, tío, tío, tío”. “¿Si os
lío un cigarrito me dejaréis en paz?”. “Sí, tío”. Y entonces, sacaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el librillo de Smoking y nos rulaba a cada
uno un finísimo cigarrito sin tabaco, nos lo acercaba a los labios y los
encendía con su mechero. Aquello, por muchas pipadas que le dábamos, no tiraba
y se consumía solo. Ojalá nos los hubiera rellenado con algo de tabaco, porque
mata más el alquitrán que la nicotina y, por lo menos, hubiéramos podido exhalar
alguna voluta. Si no lo dejábamos en paz, jugábamos a los perros. Mi hermano,
mi hermana y yo éramos sus mascotas y teníamos que obedecerle a cuatro patas.
Mi hermana se llamaba Juno, mi hermano Saturno y yo Plutón. Y nos mandaba a
correr por el campo a cazar pajaritos. Muy listo, el tío Ramón.</p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">DE NUEVO</p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">Quim Monzó</p>
<p class="MsoNormal">“En cuanto acaba el libro y lo cierra ya lo ha olvidado por
completo. De modo que observa un instante la cubierta, con curiosidad, y acto
seguido busca la primera página y empieza a leerlo”</p>
<p class="MsoNormal">Mi madre se ha leído el mismo periódico tres veces. Para
ella las noticias son siempre nuevas. </p>
<p class="MsoNormal">No me dejan. Mañana sigo. Estoy agostado.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Domingo 7<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Me he tomado la pastilla de la memoria?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí mamá.</p>
<p class="MsoNormal">Cómo me gusta el silencio. </p>
<p class="MsoNormal">Las vidas de María Pura 2</p>
<p class="MsoNormal">Mi madre, como dije ayer, basa su vida en hechos reales,
actuales o pasados, y en otros de ficción. Entre los ficticios le ha dado por pensar
que en Valencia lleva una vida muy distinta a la de aquí (esto, claro, cuando
sabe dónde está). Allí, en Valencia, no para. Allí, además de las tareas del
hogar, que incluyen arriesgadísimos equilibrios sobre la escalera para cambiar
las bombillas, tiene una agenda muy apretada. Más allá de las visitas al médico
-al que va a mandar a paseo porque no le convence esta dieta sin anacardos- no
para de asistir a recepciones y otros saraos de diversa índole, siempre en
compañía de sus amigas Rosita y Maruja que, por lo que yo recuerdo, andan con
la cadera craquelada. Si fuese así, no me perdería ni uno de sus guateques.</p>
<p class="MsoNormal">El otro día soñé que un ratón telépata me convenció de que no
era un ratón cualquiera, sino la reencarnación de Sidney Poitier. Desconfié de
él pero, finalmente, le dejé subir a mi brazo y me mordió en el bíceps, el muy
cabrón. Anoche había un ratoncito en la puerta de la terraza, a dos palmos de
mi cama. Nos miramos durante unos segundos y se largó. Adiós Sidney Poitier. Transmuta
mejor en el futuro, si Buda te lo permite.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Me he tomado la pastilla de la memoria?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí mamá.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lunes 8<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Mi padre nos prohibió comer chicles. Decía que masticar
chicle era una americanada de muy mala educación. Yo le cogí manía a los
chicles, sobre todo al ruido que hace la gente al masticarlos. Ahora mi padre
le compra chicles a mi madre y mi madre acompasa ese ruido tan desagradable con
su constante letanía. (No encuentro una onomatopeya que reproduzca ese sonido
tan molesto).</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago? (Mastica)</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Nada.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Puedo bañarme en la piscina? (Mastica)</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Es peligroso mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué vas a hacer? (Mastica)</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Estar aquí, contigo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Dónde está tu padre? (Mastica)</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Se ha ido a comprar el periódico.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿En invierno venís mucho? (Mastica)</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí, siempre que podemos.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->A ver si podemos venir en invierno un día,
aunque sea para ir y volver.</p>
<p class="MsoNormal">Y así, con bifurcaciones y meandros, desde que se levanta
hasta que se acuesta. A machamartillo. </p>
<p class="MsoNormal">El tren es blanco cuando viene desde la derecha y negro
cuando viene desde la izquierda.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Vamos al nisperero?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Ya no está. Todo está muy cambiado.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué vas a hacer esta mañana?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Estar contigo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y Ana qué hace? Vete con ella. Yo puedo quedarme
sola.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Prefiero quedarme aquí, contigo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Qué bonito está todo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí.</p>
<p class="MsoNormal">Y de golpe se enfada. Desorbita los ojos y hace aspavientos.</p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¡Es que no sirvo para nada!</p>
<p class="MsoNormal">Y se recuesta en la tumbona y se pega una cabezadita
extemporánea que yo aprovecho para escribir estas líneas. Mi madre y yo no
tenemos prisa. Su sueño es muy ligero y la despierta hasta el tictac de su
reloj de pulsera. Pero el rumor de la depuradora de la piscina la adormece de
nuevo. Todo pasa como en aquellos tiempos en los que las expectativas de vida
eran más cortas y en los que, sin embargo, todo transcurría a cámara lenta.
Esos tiempos en los que las moscas, en vez de zumbar, se detenían ingrávidas
sobre las cabezas. Aquellos tiempos en los que podías escuchar la novena del
tirón mientras te limpiabas las uñas con un mondadientes y observabas cómo un
perro se revolcaba sobre un cadáver. </p>
<p class="MsoNormal">Marieta, la amiga de mi amiga Lola, me contó que de mayor se
compraría un piso con mirador y mesa camilla en Zamora, “para verlas pasar”, me
dijo.</p>
<p class="MsoNormal">Apenas han pasado unos días y ya no soy capaz de abstraerme.
No me concentro. No leo y cuando escribo no tengo muy claro hacia dónde voy. La
murga constante de mi madre es más poderosa que el suero de la verdad. Creo que
me va a dar un ictus. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Tú crees que yo estoy loca?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No lo sé, pero a mí no me queda nada.</p>
<p class="MsoNormal">Para mí que el jamón y los piñones no pueden hacer daño a
nadie. Ni los anacardos.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Martes 9<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Maruja, la amiga de mi madre, tiene una espléndida colección
de carteles de cine. Yo creo que el papel nunca ha llegado a considerarse un
soporte noble, como la piedra, la madera, el lienzo o el metal. Parece que se
deteriora con rapidez, dicen. Y arde a 457 grados Fharenheit (desconozco su
equivalencia en Celsius por culpa de Ray Bradbury). La información contenida en
un ordenador desaparece sin necesidad de arder. Para mí que el papel envejece
bien. Tengo libros del XVIII y el XIX en perfecto estado. Pero los contenedores
rebosan papel. Buena parte de los libros con los que convivo acabarán en un
contenedor. Lo sé. Cuando murieron sus padres, mi amigo Ramón seleccionó los
libros que le interesaban y me dijo que me llevase todos los que quisiera.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Apenas cargué con unos cuantos, no tanto por
falta de interés como de espacio. Después, llamamos a un librero de lance. Se
llevó unos cincuenta por compromiso, aun consciente de que no les daría salida.
El resto quedaron condenados. Hace unas semanas hice limpieza de libros en
Valencia. Marqué los que tienen algún dibujo o dedicatoria de los escritores o
los artistas que los ilustraron. Hay algunos buenos dibujos en estos libros. Tengo
que hacer lo mismo aquí, en casa. No sé qué será de los carteles de Maruja. Mi
hermana me dice que quiere comprarlos el mayor coleccionista de carteles de
cine España. Hace años visité el Cine Martí, ya abandonado mucho tiempo atrás
por aquel entonces. Había material para montar un museo. Pero, a pesar de que
lo único que conservo de socialista -al menos según mis hijos- es la convicción
de que el patrimonio siempre estará mejor en un espacio público que en un
contenedor, empiezo a dudarlo. Ya no tengo fe ni en la capacidad redentora de
la cultura (sea lo que ésta sea). Siempre será mejor que los disfrute un tipo
que de verdad los valora que unos niños hiperazucarados de excursión con el
colegio o algunos abuelos impertinentes de viaje con el Imserso. Y si no, al
contenedor.</p>
<p class="MsoNormal">De momento han pasado por mi casa mi madre, mi padre, mi
hijo, mi hija, mi hermano, mi hermana, mi cuñada, mi cuñado, mi sobrino
Eduardo, mi sobrino Jorge, mi sobrina Paula, mi sobrino Enrique. También mi
amigo, el jardinero Roberto, y sus secuaces. Y Mari, que ha venido hoy a echar
una mano. Amenazan muchos otros de los que daré cuenta. </p>
<p class="MsoNormal">Esta mañana he quedado con Alberto, que ha tenido la
delicadeza de no entrar en casa. Hemos tomado un café y me he comprado una
jaula con nidos de arañas. Él, un cd de campanas tibetanas. No deja de
sorprenderme.</p>
<p class="MsoNormal">15:30 p.m</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¡¡¡¡ANTONIOOOOO!!!!</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¡Aaaaaayyyyyy! ¿Qué, qué?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¡Mamá! ¡Qué susto! Acababa de coger el sueño y
soñaba con bellas huríes. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Naaaada.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Fregar?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Nada.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y qué hago para cenar?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Ya la haré yo. Anda, vamos a la terraza.</p>
<p class="MsoNormal">Quiero mucho a mis hermanos.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(Mi madre a mi padre) Antonio, dame un chicle.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(Yo para mis adentros) Buf.</p>
<p class="MsoNormal">El silencio. Lo que más me gusta es el silencio. Y la
soledad.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(Mastica, mastica, mastica) Entonces, ¿qué hago
esta tarde?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Nada, mami. Además, estoy escribiendo. No pasa
nada por estar en silencio. Es bueno.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(A mi padre en voz baja) <span style="font-size: 8.0pt;">¿Qué hacemos? ¿Damos un paseo? </span>(Mastica, mastica, mastica).</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No te oigo María Pura (mi padre anda algo
sordo).</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Mamá, yo te oigo igual.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(A mi padre en voz baja y del mal humor) <span style="font-size: 8.0pt;">Ya me echaréis de menos cuando me muera. </span>(Mastica,
mastica, mastica).</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Mamá, que te oigo.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Pues no pienso hablar hasta la seis.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿No te lo crees ni tú? ¿Qué apostamos?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Lo que quieras.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(A mi padre, que no se entera, en voz baja y
gesticulando, haciendo como que se cierra la boca con una cremallera) <span style="font-size: 8.0pt;">Yo ni mú. ¿Qué hago? </span>(Mastica, mastica,
mastica).</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Mira mamá, mejor nos vamos a dar un paseo.</p>
<p class="MsoNormal">Y ahora llega mi sobrino Jorge con un amigo. Y después, mi
hermana y mi sobrino Eduardo. Me voy a limpiar la jaula. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Miércoles 10 <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Mi padre tiene 88 años. Mi madre, 85. Paul McCartney cantaba
que uno era viejo a los 64. Ahora tiene 80 y es muy vieja. Es algo que le
ocurre a algunos hombres como Paul McCartney y Tàpies, que se hacen mayores y
se hacen viejas. Mis padres regresan esta tarde a Valencia. Nos hemos
organizado para que tengan compañía. Esta tarde regaré el jardín y me lavaré el
pelo, que ya ha crecido un poco. </p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->A ver si podemos venir en invierno un día,
aunque sea para ir y volver. (Mastica)</p>
<p class="MsoNormal">Sobre las seis y media de la mañana empieza a amanecer y
cierro las puertas de la terraza. Me molesta que el sol me dé en la cara cuando
estoy en la cama. A esas horas hace fresquito y, sin embargo, me suda el
escroto. Sólo el escroto y sólo cuando me acuesto con un pantaloncito
concreto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Supongo que será por el tejido
del pantaloncito, que no por el del escroto.</p>
<p class="MsoNormal">Mi madre está de un humor de perros, sin un motivo preciso.
Por una cosa y por la contraria. Gesticula como si necesitase un exorcismo. Yo
creo que voy a escribir menos cuando se vaya, porque me habré quedado sin
excusa para escaquearme. </p>
<p class="MsoNormal">Mi abuela materna y mi abuelo paterno vivieron con mis
padres, mis hermanos y conmigo durante unos años. Era lo normal. Yo llevo ocho
días con mis padres, a los que adoro, en una casa enorme, y me quejo. Y encima
cuento con la ayuda de mis hermanos. La diferencia es que mi abuelito tendía a
lacónico y que a mi abuela era fácil hacerle la puñeta y echar unas risas. Y,
sobre todo, que era mi madre quien se encargaba de ellos. Y de todos los demás.
Hasta de sus amigos y de los nuestros. Siempre. Por eso ahora no soporta no
hacer nada, no tanto por necesidad como por educación, por costumbre y por sentido
de la obligación. Del mismo modo que no aguanta a mi padre pero no puede vivir
sin él. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Adónde ha ido tu padre? </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->A descansar un ratito.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¡Ya estamos! ¡A descansar! ¡Ya estamos! ¡Dile
que venga!</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Para qué?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¡Uy! Pues para que esté aquí.</p>
<p class="MsoNormal">La movilidad de las piernas y de la cabeza de mi madre van
parejas. Cuando se despierta, bien sea por la mañana bien tras la breve siesta,
anda floja de remos y de entendimiento. Pero a medida que camina recupera un
poco de ambas funciones. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué hago ahora?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Nada mamá.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(Enfurruñada) ¡Pues qué bien! Ahora, cuando
vuelva a Valencia que nadie me pida que haga nada, que ahí no paro.</p>
<p class="MsoNormal">Duermo mal. Nunca duermo bien, ni invierno ni en verano. En
invierno sueño con las siestas que me pegaré en verano. Si no me dejan dormir
la siesta estoy potroso.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Si venís en invierno un día, aunque sea para ir
y volver, yo vengo. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y a los chicos les gusta venir?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿A quién le gusta más?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->A los dos.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Qué bien cuidado lo tenéis?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Sí.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y a los chicos les gusta venir?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Mucho, a los dos. Demasiado para mi gusto.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->A ver si podemos venir en invierno un día,
aunque sea para ir y volver. Y si hay que pasar la noche, me quedo en casa de
mis primas.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Bueno. Aunque sólo vive Carmen.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(Dirigiéndose a mi padre) Un día vendremos en
invierno, aunque sea para pasar el día.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No sé María Pura, yo tampoco estoy para muchos
trotes.</p>
<p class="MsoNormal">A mi madre siempre le ha importado mucho lo que piensen los
demás. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Qué suerte tienen los vecinos, que se asoman y
lo ven todo verde.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Mamá, los vecinos me odian porque les he tapado
las vistas a mi culo cuando me baño en bolas. Están empeñados en que tale el
pino. El pino tiene más de cien años y ya estaba aquí mucho antes de que ellos
llegaran. Que hablen con el ayuntamiento. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Pues a lo mejor podrías talarlo un poco.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Que se talen ellos el micropene.</p>
<p class="MsoNormal">Escribo y habla. Escribo y habla. Escribo y habla. Escribo y
habla. </p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Vosotros en invierno venís mucho?</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Siempre que podemos.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l7 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->(A<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi
padre) Vendremos, aunque sólo sea un día.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jueves 11<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Nietzsche dijo que la ebriedad es “el juego de la Naturaleza
con el hombre”. En un pasaje entre calles, cerca de aquí, hay un cartel que
dice: “Prohibido jugar”. Es lo más triste que he leído nunca.</p>
<p class="MsoNormal">Hace días que no veo ninguna cucaracha barata. A la última
que maté de un zapatillazo le desprendí el caparazón de la molla. En esto del
caparazón y la molla las cucarachas se parecen a los cangrejos. Yo atribuyo la
desaparición de las cucarachas a que me ha dado por escuchar a Schubert y estos
bichos son más de AC/DC. También puede que el cianuro haya ayudado en algo. </p>
<p class="MsoNormal">Anoche nos dimos una vuelta, a comprar la cena en el chino.
No nos apetecía cocinar y hemos pensado que mucha sal nos vendría bien. El
paseo estaba lleno de guiris y de nuevos ricos. Soy un poco racista y muy
clasista. No me gustan los tipos demasiado blancos ni los ricos de anteayer. A
los blancos, si los conozco, suelo aceptarlos. A los nuevos ricos ni por
hostias. Los nuevos ricos tienen un yatecito en el Club Náutico que tiene un
ancla que lo rompe todo, gastan camisa blanca de lino con bermudas, zapatos
mocasín y tirabuzones en el cogote. Y se perfuman como putos. Algunos son
notarios sin oposición y otros construyen adefesios. Es gente a la que le gusta
ver el mundo desde arriba. Yo soy más de a ras de suelo o de subsuelo.</p>
<p class="MsoNormal">En el chino nos atiende una niña de no más de ocho años. Hay
una belga antipática en la mesa de enfrente que pide palillos para hacerse la
chula. Decidimos volver por la parte sucia para evitar a la chusma. Pasamos por
los bajos del mercado que siempre huelen a pescado. Junto al mercado hay un
banquito donde se reúnen los yonkis. Esta noche sólo hay uno. Recoge colillas
pastueño, arrastrado, sin prisa. Mas, de pronto, se pone a correr como un
diablo loco. Se conoce que llegaba tarde a algún compromiso. </p>
<p class="MsoNormal">Me he rendido. Definitivamente, he repuesto mi antiguo
equipo de música. Pero, como no hay mal que por bien no venga, he descubierto
que ese sonido tan encantador y añejo de mis discos era debido a la de mierda
que tenía la aguja. Ahora suenan frescos, casi como nuevos. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viernes 12<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hoy vienen Cris y Ramón. Llegarán, según me dicen, a mesa
puesta. Me han impuesto el menú y el punto de cocción y fritura de los
ingredientes. Estos dos son de morro fino. Pero ya te digo yo quién va a cocinar
el resto del fin de semana. </p>
<p class="MsoNormal">Llevo una hora y pico intentando vincular mi teléfono a este
ordenador. Me encabrono y lo intento tozudo una y otra vez, aun a sabiendas de
que no lo voy a conseguir. Soy muy tío para estas cosas y antes muerto que
pedir ayuda.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal">¡Hecho! ¡Conectado! El que la sigue, la consigue. No tenía
ninguna fe. No creo que pueda hacerlo de nuevo, porque ha sido de pura chiripa.
Voy a dejar el teléfono conectado al portátil lo que queda del verano. Así no
me la juego.</p>
<p class="MsoNormal">Sigo con la lectura del libro de Hockney, que alterno con
uno de ensayos de Antonio Escohotado y las primeras galeradas de “Psicosis” de
Alberto Adsuara, este último sorprendentemente ameno.</p>
<p class="MsoNormal">Hay quien pensará que me gustan las personas en la medida en
la que no me molestan. Tiene razón.</p>
<p class="MsoNormal">Cuando vamos al chino solemos pedir pollo con almendras. En
una ración para dos hay aproximadamente dos. Hace ocho años plantamos un
almendro. Me lo regaló Ana. Es el mejor regalo que me han hecho nunca. Está
lleno de almendras. Están tan buenas que me da pena comérmelas.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sábado 13<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Poniente. 40º. El mar tiene el color y la densidad del
mercurio.</p>
<p class="MsoNormal">Apenas he dormido. Cualquier mínimo movimiento supone un
esfuerzo titánico. Me he cortado las uñas de un pie. Las del otro las dejo para
más tarde. Quiero comprarme unas sandalias y me gustaría no asustar a la
dependienta de la zapatería. Las sandalias no me hacen falta, pero mañana me
invitan a comer y no puedo ir descalzo. A lo mejor, hasta me pongo
calzoncillos.</p>
<p class="MsoNormal">He de ir a Denia. Iré en tren hasta Gata y desde ahí en bus
a Denia. El problema es que hoy no ha pasado ni un solo tren. Estoy mosqueado. Me
hace ilusión este pequeño viaje. Me siento muy viril y aventurero viajando en
tren y autobús desde Altea a Denia. Espero que no me pique ninguna víbora.</p>
<p class="MsoNormal">Esta noche es el Castell de l’Olla. Es bonito. Lo disparan
desde el mar. Después, los restos de las carcasas flotan en el agua durante
meses. Cientos de personas arrasan las playas. Es el tipo de acontecimientos
que enriquecen al pueblo.</p>
<p class="MsoNormal">Ramón y yo hemos pensado en hipnotizar a nuestro amigo Tx y
casarlo de nuevo. Nos lo pasamos muy bien en su primera boda. Lo haremos en
connivencia con su mujer y sus hijos, que ahora hay que pedir permiso para
todo. Cuando Tx escuche la palabra “conquiología” entrará en trance y quedará a
nuestra merced. Es mejor buscar una palabra difícil, no vaya a ser que
cualquiera diga “pezón” y se nos desbarate el plan por hacer un mal chiste. Entonces,
casaremos a Tx con un pelirrojo belga (en connivencia, de nuevo, con el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>viejo pelirrojo belga, que como es actor se
humilla todo lo que haga falta), aunque es de broma y por las risas. También
hemos pensado que sería muy divertido que nos la chupase a todos en los
urinarios del salón de fiestas. Pagando él, claro. Y ya está, que hasta a mí me
cansa lo zafio y el mal retrogusto homófobo. Bueno, no. </p>
<p class="MsoNormal">Hace mucho calor. Muchísimo. El viento quema. Hoy no creo
que pudiera erectar ni halagado por una docena de bellas huríes. Bueno, puede
que no pudiera erectar en ningún caso, pero hoy menos que nunca. Hace mucho
calor y sopla un viento fortísimo que quema. Igual va y se les jode el castillo
de fuegos artificiales. Y la verdad es que me sabría mal. El calor me pocha. </p>
<p class="MsoNormal">Ramón se va mañana a entender el universo al cobijo de un
tipi. Hemos comentado que, a estas alturas, el chamán y el tipi deben andar
sobrevolando Madagascar.</p>
<p class="MsoNormal">La noche ha rolado en aires portuarios de borrachos tristes,
ecos roncos, elegantes descompases y rimmel desteñido. Vuelan hojas secas por
el pasillo que terminan flotando en la piscina. No creo que pueda dormir.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Domingo 14<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En el apeadero, una
familia de italianos que sabían descifrar los arcanos de la web del trenet me
ha dicho que hoy de tren <i style="mso-bidi-font-style: normal;">niente di piu. </i>Así
que he vuelto a casa. Llevaba despierto desde las cinco y no ha pasado ninguno.
No sé qué me ha hecho pensar que cambiarían las circunstancias. Ramón se ha
ofrecido a llevarme a Denia y ahí me ha depositado, en el puerto. Qué bueno es.
Me he sentado en una terracita a esperar a Nacho y Alberto, que venían desde
Valencia. Así que ahí estaba yo, rumiando mi infortunio por no estar donde
quería -mi casa-, cuando, de repente, me he dado cuenta de que estaba de puta
madre, con un descafeinado del tiempo y una Perrier con hielo y limón, en un
lugar maravilloso. Sonaban de fondo las fanfarrias de la fiesta de Moros y
Cristianos y, por poco, se me cae una lagrimita. Tan poco nacionalista, tanto
odio a los paletos y luego resulta que soy más de pueblo que las alpargatas.
Café + Perrier 5€.</p>
<p class="MsoNormal">Nacho se ha comprado un bañador en un chino. Negro,
elegante. 5 €. También hemos concluido que no se puede confiar en los
comunistas hedonistas. Ni en los partidos liberales unipersonales. </p>
<p class="MsoNormal">Ya en casa de Fanny, Jose y Felicia hemos disfrutado de una
buena comida y de un extraño silencio, casi surreal. Me explico, nuestra
conversación ha sido muy agradable, pero a nuestro alrededor no se oía ni una
mosca. Estamos en Denia, en agosto, en una bonita urbanización, a la hora de
comer, junto a la piscina y el silencio estremece. Un par de jovenzuelos se han
bañado en la piscina sin chapotear. Otro tipo regordete leía tumbado en una
hamaca. Y ya está. Qué raro. Igual estábamos todos muertos.</p>
<p class="MsoNormal">Nacho no ha estrenado su bañador negro, elegante. 5€.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lunes 15<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hay un incendio. La luz que se filtra a través del humo y
las cenizas es hermosa. No sé cómo hacer para que la cámara comprenda los
tonos. Pero claro, la cámara no me comprende por mucho que le insisto. La luz es
hermosa. Los incendios no lo son. A los incendiarios habría que quemarlos en la
plaza en horario infantil, de matiné,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>porque
resultaría un espectáculo muy edificante y aleccionador para la ciudadanía de
cualquier edad. </p>
<p class="MsoNormal">En el contenedor del vidrio hay un cartel adhesivo que
especifica que el horario de uso es de 8:00 a 23:00 horas. El ruido de las
botellas al caer sobre otras molesta a los vecinos. Sin embargo, el
ayuntamiento lo vacía a las tres de la madrugada con un estruendo infartante y sobrecogedor.
El horario de los servicios de limpieza públicos comienza a eso de la una y
termina cuando termina. A veces, se solapa con el del primer tren de la mañana,
que pasa por enfrente de mi casa a eso de las cinco y media. Entre estos
servicios hay que referir el de los camiones que limpian la aceras -primero
una, después la de enfrente- y el de desinfección de los contenedores por
chorreo de agua a presión, que amenizan con percusiones dodecafónicas las
noches estivales. De vez en cuando se une a la orquesta el macarra del tubarro.
Este descerebrado piensa que las motos corren más cuanto más ruido meten. Es de
agradecer que los chicos del botellón intenten aportar algo de ritmo
reguetonero entre tanta insensatez musical. Suena de base el “Chiquetere” de
Rafa Manuel Villalba. El graznido de las gaviotas no cesa. Las tórtolas se
apuntan al coro en cuanto despunta el primer rayo de sol. Las cigarras, minutos
más tarde. Si dejo abiertos balcones y ventanas no duermo. Si los cierro, me
frío de calor. Hay que ver qué problemas tenemos los opulentos.</p>
<p class="MsoNormal">Ana se va a la playa y me quedo solo. Bueno, con la perra
París, que se tumba a mi lado porque tiene calor y el suelo del comedor está
fresco. Me gusta mucho estar solo. Para mí no existe el término medio cuando me
quedo solo: o pienso demasiado o caigo en un letargo ensimismado, de tonto de
baba. Hoy voy a intentar empapar de baba cuanto cojín se me ponga a tiro, al
menos durante un rato. En ocasiones es muy conveniente el barbecho. Siempre he
pensado que la actividad es buena, sobre todo la mental, y que es necesario
ejercitarse a diario. Sin embargo, creo que la hiperactividad física es una
absoluta pérdida de tiempo. No parar, querer hacerlo todo, ir como puta por
rastrojo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">com cagalló per sequia, </i>vivir
cada día como si fuera el último es asunto de indigentes mentales, que si se
paran se asustan porque se dan cuentan de que, en realidad, nada de lo que
hacen le interesa a nadie. Buf. Me parece que esta filosofía de azucarillo está
agotando mis reservas neuronales. Y he de preservar mis neuronas para poder
sacrificarlas en el frente de batalla alcohólico. Voy a leer un poquito el
periódico de ayer y después igual me tumbo a ver un programa pixelado de
chatarreros. Aquí la tele sólo se ve pixelada, así que la vemos poco. Aunque
resulta entretenido rellenar los argumentos de las películas entre unos pocos
segundos nítidos y los siguientes. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal">Almuerzo galletas saladas, almendras, aceitunas amargas,
queso y un vasito de vino. En la radio, Puccini. Todo va demasiado bien. ¿Mira
que si el incendio llega hasta mi casa? Espero que venga por el flanco norte y
que el edificio de al lado me sirva de cortafuegos.</p>
<p class="MsoNormal">Las chanclas nuevas me han lacerado los empeines. No he
estrenado el bañador. No he ido al mar. Igual me acerco esta tarde.</p>
<p class="MsoNormal">Los talibán recobraron el poder en Afganistán hace un año.
Se trata de una gente honrada, sensible y afecta a sus tradiciones. Y, al
parecer, con un sentido del humor que te cruje la caja. Sus tradiciones, que no
se las toquen. Es su cultura y hay que respetarla. Por eso aplauden cuando
apuñalan en un escritor en un ojo y no somos quien para opinar sobre su manera
de ser. Yo, como soy de izquierdas, no puedo juzgar sus barbudos puntos de
vista. Ni mucho menos admirarles o imitarles, que eso es apropiación cultural.
Ahora, eso sí, yo pido el mismo respeto por mis costumbres, de manera que
cuidadito con cambiarme las fanfarrias de los Moros y Cristianos o la bocina de
los autos de choque, porque desenvaino y dejo un montón de barbudos tuertos por
el camino. </p>
<p class="MsoNormal">Adele y Nacho han estado un ratito por aquí. Nos hemos
bañado en la piscina y hemos salido a tomar un café mientras Ana descabezaba un
sueñecito. He estrenado el bañador. Adele y Nacho estuvieron en París y me han
traído una de esas horrendas postales que colecciono. Les he pedido que me
escribieran cualquier cosa y Nacho le ha dicho a Adele: “Dibújanos dando un
paseo por París”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Adele, confundida, pensaba
que se refería a Nacho y a mí y nos ha dibujado cogiditos de la mano,
indudablemente enamorados en la ciudad de las luces. Nacho se ha encargado de
rematar el dibujo con la Torre Eiffel de fondo para que no cupiera ninguna
duda. </p>
<p class="MsoNormal">Voy a regar y a dar de comer a Gata. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal">Las vacaciones se acaban.</p>
<p class="MsoNormal">Mozart, de Requiem en la radio durante la fregada de la
noche, horas después de haber escrito la línea anterior.</p>
<p class="MsoNormal">Sin Ana esta casa se vendría abajo. Mientras yo escucho
sinfonías, cago sin parar y cavilo majaderías, ella lo hace todo.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Martes 16 <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">(Anoto para mí: Jose Fuster por la mañana y Mari por la tarde).</p>
<p class="MsoNormal">Escuché a un adolescente que le comentaba a su amigo que le
encantaría vivir en la Edad Media, entre dragones, gnomos, elfos, ogros y demás
criaturas que daba por ciertas. Su compañero le secundó entusiasmado: “Sí, sí.
Yo sería mago y caballero y me tiraría a una princesa bruja rubia y bellísima”.
Yo pensé que, en efecto, les vendría bien una temporadita en la Edad Media.
Desdentados y con bubones adelgazarían. Además, su tufo actual, acre, a
requesón avinagrado, los mimetizaría de inmediato. Aunque de lo de tirarse a la
princesa me da que pueden ir olvidándose. Yo, como mucho, los vi como bufones. O
decapitados. O presa de algún maleficio que los convirtiese en esfínteres
parlantes. ¡Ay la adolescencia! ¡Cómo no la echo de menos!</p>
<p class="MsoNormal">Me las prometía yo muy felices cuando, no bien terminada la
siesta, se plantan por tandas mis sobrinos, uno de ellos con su novia, y mi
hermana. Se acabó la lectura de Psicosis de Adsuara. Pero, a cambio, he
conocido a la novia de Eduardo y me ha parecido adorable. Y ninguno olía mal.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Miércoles 17<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Las laceraciones en mis pies parecen estigmas. Y mis
zapatillas de ir por casa tienen más kilómetros que las sandalias del pescador.
Voy camino de la santidad, si no fuera por algunos pecadillos menores que no
cabe enumerar por falta de tiempo y de espacio. </p>
<p class="MsoNormal">No soy un fundamentalista de la paella. Cierto es que hay un
modo ortodoxo de cocinar la paella y otro, llamémoslo creativo, que los
puristas rechazan calificándolo despectivamente de “arroz con cosas”. Pero lo
que sí soy es un enamorado del arroz. A la hora de comer hemos encendido la
tele con la intención de conocer la evolución del incendio, que todavía tiñe el
amanecer de cobre. Y entonces han aparecido en un anuncio Carlos Arguiñano y
Carmen Machi perpetrando un atentado culinario sin precedentes. No puedo
describir la magnitud de la catástrofe sin que me sobrevenga el horror y la
nausea. Y es que una cosa es llamar paella a lo que en esencia no lo es y otra
maltratar la materia prima, el arroz en este caso. La situación es la
siguiente: la Machi chulea delante de sus amigas de lo bien que le sale el
arroz, “mejor que al Arguiñano”, dice. Y entonces -qué cosas- aparece el
Arguiñano. A partir de ahí no recuerdo con claridad lo que ocurre porque una
imagen horripilante me eriza el vello del cogote y ofusca mi mente. Y es que la
Machi, ni corta ni perezosa, vierte caldo frío de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">brick</i> en una paella en la que, por algún tipo de oscura perversión,
han amontonado toneladas de arroz apelmazado. Cuando hierva el caldo infamante del
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">brick</i>, el arroz explotará como las
palomitas de maíz y rebosará la paella,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>transformando la comida en un engrudo vomitivo. No entro a valorar el
hecho de que alguien utilice caldo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">brick</i>
para cocinar la paella (todos hemos trampeado en algún momento), pero lo que sí
que considero motivo de cárcel previa tortura es el hacer gachas con el arroz. El
resultado final -que muestran orgullosos sin ningún recato- aunque ajeno a
estas cocciones criminales no deja de ser incuestionablemente delictivo. Yo no
serviría un plato de “eso” a ningún ser humano, a no ser que fuera belga y
calzase sandalias con calcetines. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jueves 18<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Ha amanecido un día septembrino. No hace calor y corre una
brisa fresca. Lo que no corre es la conexión a internet a través del móvil.
También es verdad que la cobertura escasea y el pobre teléfono hace lo que
puede. </p>
<p class="MsoNormal">Creo que voy a enjaular a Hulk Hogan y a otros mitos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pressing catch </i>en mi jaula nueva<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">Pereza. No me he quitado el pantaloncito de pijama en todo
el día y ya son casi las siete de la tarde. El pantaloncito está empapado de
fluidos de diversa índole. Huelo a pañal de geriátrico. Si me clonasen a partir
de estos jugos saldría un doble muy poco atractivo. </p>
<p class="MsoNormal">He leído el texto de Alberto -irrefutable- y sigo con Hockney,
del que apenas me quedan cincuenta páginas. </p>
<p class="MsoNormal">Los fantasmas de esta casa son unos cachondos. De un tiempo
a esta parte les ha dado por replicar el sonido de los chorros de mis micciones
poco después de que yo los haya soltado. Lo hacen unas décimas de segundo
después de mí con la misma duración e intensidad. Pero anoche complicaron el
juego<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imitando mi respiración antes de
que yo inspire o exhale. De manera que yo escuchaba como alguien respiraba y
luego lo hacía yo. Para fastidiarles, he contenido la respiración, pero los muy
ladinos saben cuánto puedo aguantar y expiran justo un momento antes que yo. Ya
veremos qué se les ocurre hoy. </p>
<p class="MsoNormal">Le pregunté a Alberto que por qué sólo había fantasmas del
Medievo para acá y no, pongamos por caso, fantasmas de neandertales. “Obvio -me
contestó-, los fantasmas de los trogloditas están en las cuevas, y, ¿cuántas
veces has pasado tú la noche en una cueva?”.</p>
<p class="MsoNormal">Voy a regar con mi pantaloncito de pijama. Pereza.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viernes 19<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hemos ido al mar temprano, antes de que haya demasiada gente
en la playa. Este mes no me había bañado en el mar, así que he estrenado mi
bañador. Aunque mi bañador parece descolorido por el sol. Lo venden así adrede
y a mí me gusta. También me gusta que la sal se seque sobre mi piel y apelmace
mi pelo. Cuando navegábamos podíamos tirarnos semanas enteras sin ducharnos con
agua dulce. No sé si será bueno para un hipertenso.</p>
<p class="MsoNormal">He releído un ensayo breve de Stefan Zweig titulado “El
misterio de la creación artística”. En realidad, se trata de una conferencia
con la que Zweig hizo bolos. En una carta a su primera esposa le cuenta que: “Ayer
di una conferencia en francés; en Buenos Aires (y otros lugares) tengo que dar
dos conferencias en español, una en inglés y otra en alemán”. ¡Qué tío! En la
conferencia cuenta cosas que uno da por sabidas pero que da gusto leer tan bien
escritas, con tanta elegancia y precisión.</p>
<p class="MsoNormal">La perra París está gorda. La han pesado antes de ponerle
una vacuna y de recortarle los espolones. No lo entendemos. Por aquí corre que
se las pela, persiguiendo cuanto bicho se le pone a tiro. Y, además, come de
dieta. Puede que sea cosa de la tiroides, nos dice Paco el veterinario. Pero no
tiene ninguno de los síntomas asociados al hipotiroidismo. Yo creo, más bien, que
es su constitución, que es recia y tiene muy grande la caja del cuerpo. También
puede que coma y beba a escondidas.</p>
<p class="MsoNormal">Cago y leo un extenso reportaje sobre la muerte de Ernesto
(sic) Hemingway en un Blanco y Negro de 1961. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Está muy bien escrito. Entonces, los
periodistas escribían bastante bien. En el artículo se le llama trotamundos. Se
buscan explicaciones a lo que todavía no está del todo claro pero parece un
suicidio. Se dice que dijo: “Yo no moriré en España. España es un país para
vivir, no para morir”. La frase es tan tonta que o es apócrifa o la soltó
borracho, algo más que posible si atendemos a las fotografías que acompañan al
reportaje en las que se le ve libando sin moderación. DEP.</p>
<p class="MsoNormal">De aquí nada viene mi hija con dos amigas y un amigo.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sábado 20<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Diego, el espigado amigo de mi hija (1’95 o más), es vegano,
Es más difícil cocinar para Diego que para mi madre. Por lo demás, es un tipo
muy sensible que defiende -como yo- el hipnótico encanto de Benidorm. Una tarde
de agosto en Benidorm debería convalidar un año de cualquier carrera de
humanidades. </p>
<p class="MsoNormal">Me acabo de despertar de la siesta. Son casi las siete. He
merendado gazpacho. Me dormiría de nuevo, con ese tañer lejano de campanas. Si
tañen cerca es otra cosa. Si tañen cerca apetece atar el badajo del campanero
al de la campana.</p>
<p class="MsoNormal">Con la edad, algunos diseñadores se cansan del utilitarismo
de su trabajo y necesitan potenciar su vertiente más artística. Los que venían
de ahí, es decir, los que comenzaron como pintores, grabadores, escultores,
etc, redescubren el porqué derivaron hacia el diseño. Los que nunca hicieron
otra cosa más que diseñar se dan cuenta de que ser artista a secas no es tan
fácil. No deberían preocuparse tanto: un diseño útil y bello es Arte.</p>
<p class="MsoNormal">Me enervan esas personas que se dan importancia bajo una pátina
de falsa humildad. Sobre todo los donnadies. Ayer por la noche entrevistaron en
la tele 2 <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a Amancio Prada, un tipo que
dijo ser cantor y/o trovador. Este pelanas, que quizá tuvo cierta repercusión
casposa en los tiempos de la chaqueta de pana, gesticulaba ampuloso en un
intento estúpido de disimular su vacío intelectual, del que, tristemente, no parecía
consciente. Más bien al contrario, el tipo se mostraba condescendiente con
todos aquellos proletarios, tan cercanos a su patata sensible, que no habían
tenido la suerte de nacer con su talento. Un talento que, reconocía, le
permitía vivir con lo justo. Pero, claro está, él nunca pretendió enriquecerse
con su arte sino reclamar a través de la poesía de otros la justicia en el
mundo. ¡Ay! De verdad. Es que me sabe mal, porque creo comprender las buenas
intenciones de estos trovadores, pero se pierden cuando se ponen mesiánicos, salvadores
de la clase trabajadora, y siempre a través de las palabras de Lorca o de
Rosalía. Y es que estos tipos cuando escriben dan un poquito de vergüenza
ajena. Sus versos me recuerdan a los del humorista Juan Carlos Ortega cuando
compone canciones comprometidas por las risas. Por no hablar de sus musiquitas
romanceras, capaces de noquear a la mismísima mosca tse-tse. Hasta me dio pena,
el pobre, porque cuando le hacían una pregunta supuestamente profunda se
trabucaba y no daba pie con bola. Pero, insisto, el problema no es tanto las
pocas luces de estos personajillos como su soberbia encubierta de bonhomía. Si
por lo menos tuvieran talento… como Antonio López, que va de atarse los
pantalones con cuerda de palomar y está forrado, pero es un pintor grandioso. </p>
<p class="MsoNormal">En la playa hay piedras talladas con líneas de agujeritos que
ocultan mensajes del mar profundo. Olé. Yo sí que soy un poeta, y no esos
progres trasnochados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Domingo 21<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Ayer fuimos a alquilar unas pizzas. No me apetecía hacer la
cena. De camino a la pizzería nos encontramos un móvil en un banquito. Un chico,
que se estaba tomando algo en la terraza de un bar, nos comentó que poco antes
se habían sentado ahí unas chicas. Llevaban muletas, precisó. Un par de
manzanas más allá las vimos. Efectivamente, una llevaba muletas. La otra sólo
tenía vendada una pierna. Se las veía alteradas. Me acerqué y les dije que no
se preocuparan, que su móvil estaba en el bar de al lado del banquito. La
vendada echó a correr como alma que lleva el diablo. Ni dio las gracias, tal
era su urgencia por recuperar el móvil. Entre tanto, Ana y yo encargamos las
pizzas (una, vegana) y nos pedimos un vinito blanco para refrescar la espera.
La de las muletas, cerca de nosotros, tampoco nos dio las gracias. De hecho, se
alejó pasito a pasito a reencontrase con la vendada. La vendada y la de las
muletas se abrazaron en la esquina. Es como si hubieran recuperado un rubí del
tamaño de un huevo de avestruz. Y volvieron a pasar a un palmo de donde nos
tomábamos lo vinos y, una vez más, pasaron olímpicamente de darnos las gracias.
Será cosa del sistema educativo y de la sociedad, que las ha hecho así. O,
quizá, de que les rehusaron la imprescindible hostia a tiempo, que es mano de
santo.</p>
<p class="MsoNormal">El otro día compré una pequeña cerámica con un cuatro. El
cartero se confunde a veces porque a la urba que consumaron aquí al lado le
pusieron el nombre de mi casa, sin permiso y por rizar el rizo de la hijaputez.
Así que pensé que estaría bien ponerlo junto al buzón. Pero hoy he pensado que
lo voy a pegar dentro del buzón. Con esto no resuelvo nada, pero me parece uno
de esos actos gratuitos que tanto me gustan. Y, además, no deja de ser una
metáfora de lo que busco aquí: que no me den la murga. No tengo ni timbre
y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no descarto la idea de electrificar la
valla. Pediré presupuesto.</p>
<p class="MsoNormal">Al anochecer me voy a un concierto de música clásica. Es en
una casa bonita, con vistas a la bahía. Entre pieza y pieza, salen rapsodas que
recitan sus versos. Y después te dan vinitos y un piscolabis, así que llegaré a
casa cenado. Ya veremos.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lunes 22<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">El concierto fue precioso.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Los músicos, un guitarrista y un violinista, excelentes. Unos
virtuosos. El entorno es fantástico. Y el programa muy asequible, adecuado a
públicos poco avezados como yo. Las salamanquesas trabajaban a destajo, pero,
aún así, el guitarrista espantaba de su nuca a los mosquitos y las mariposas
nocturnas y seguía veloz con la música. Al violinista no le hizo falta porque
se agitaba como un bailarín de hula-hop. Ya estuve en uno de estos conciertos
hace unos años, pero no recordaba el aspecto del público, más allá de que había
una mayoría de mujeres de cierta edad. Le pregunté a mi tío, que fue quien me
invitó, si era necesario que mejorase mi ya de por sí imponente aspecto. Me
dijo que no me preocupase, que el ambiente era del todo informal. Como si iba
desnudo, me dijo. Así que allí me planté con mis mejores galas, a saber:
camiseta ala de mosca, pantalón corto quemado por la plancha y mis fantásticas
chanclas lacerantes. Y va y me encuentro con un montón de damas y caballeros
elegantísimos que olían como deben hacerlo los ángeles del cielo. Al menos, pude
disimular mi falta de glamur con mi insultante juventud. Da gusto ser el
yogurín de la fiesta. Eso sí, el piscolabis dejó bastante que desear: los
ganchitos anidaban en las muelas y las patatas fritas en vez de crujir se
plegaban. Por lo demás, mi tío pasó revista al lado lejano de la familia, que
tengo muy perdido. Y casi mejor que no lo hubiera hecho, porque el que no
duerme debajo de un puente se muere de algún cáncer o vegeta en un manicomio. </p>
<p class="MsoNormal">Hoy no he pegado ni chapa. Ana se ha ido. Apenas llevaba
unas horas solo y ya estornudaba fortísimo. Tanto, que me he hecho daño en el
tórax. Y me he tragado todos los programas de subastas y asesinatos que he
encontrado en la tele. Pixelados, como siempre.</p>
<p class="MsoNormal">Ayer vi a Erizo y hoy a Ardilla. Más tarde, daré de comer a
Gata. Esto parece el Arca de Noé.</p>
<p class="MsoNormal">A Mercadona.</p>
<p class="MsoNormal">La única solución es la belleza. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Martes 23<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hoy no he provocado al día, así que no me ha hecho nada.
Llevo dos días sin hacer nada útil, si exceptuamos el masaje escrotal que
siempre aprovecha. Me siento culpable. Busco en las estanterías “El derecho a
la pereza” de Paul Lafargue para quitarme ese peso de encima y, de entrada, me
encuentro con la cita que abre el ensayo:</p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Seamos perezosos en
todo, excepto en amar y en beber, excepto en ser perezosos”</i> (Lessing)</p>
<p class="MsoNormal">Lafargue fue un tipo muy peculiar. En la edición que yo
tengo hay un extenso estudio preliminar sobre su vida y su obra. Lafargue fue excepcional
hasta para morir. Paul y su esposa Laura, hija de Karl Marx, pactaron
suicidarse antes de cumplir los setenta. Voy a copiar la descripción que hace
J.J. Morato, autor de un artículo de 1972 citado en el prólogo del libro:</p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Paul y Laura Lafargue
tenían resuelto no llegar a la edad en que el individuo es una carga para todos
los que le rodean, y fijaron en sesenta y nueve años el límite de su vida. Todo
lo prepararon para la distribución de sus bienes -como hija de Marx, Laura
heredó parte de la fortuna de Engels-, cuidándose de la suerte de su doméstica
y del jardinero, y hasta del perro Nino. Querían que su separación de la vida
causara la menor cantidad posible de enojos. Y un domingo de noviembre de 1911,
después de haber pasado la tarde en un cine de París y de haberse regalado con
unos pasteles, volvieron a su casa semicampestre de Draveil y se acostaron para
no amanecer…”.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">Así lo cuenta Morato, aunque, por lo visto, se equivocó de
día y no fue el domingo, sino el sábado, cuando se regalaron los pasteles.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">Ha venido Roberto a podar con la sierra mecánica y a soplar
y amontonar los restos con esa máquina infernal que te taladra el hipocampo. Es
necesario para que el jardín esté limpio y tan vivo. Ni un día de calma
completa. Y lo que pasa después es que tengo sueños recurrentes en los que se
me llena la casa de gente sobre un telón de fondo de tragedias sinfín como
inundaciones, terremotos o huracanes. Hoy, sin ir más lejos y dando un giro
argumental a la saga -que ya debe contar los mil y pico capítulos- mi casa era
el nido de una invasión alienígena. Mis invitados, que como siempre se contaban
por docenas, pasaban olímpicamente de ayudarme a desalojarlos. En realidad, los
extraterrestres eran muy sucios y molestos, pero poco agresivos. No se les veía
más que algo parecido a unos tentáculos verdes sin ventosas, de diferentes
diámetros, que parecían mangueras muy flexibles, resbaladizas y carnosas. Desde
el nido que, cómo no, estaba sobre la puerta de mi dormitorio, planeaban la
invasión del planeta. Pero, eso sí, sin matar a nadie. Se limitaban a enredarse
alrededor de nuestras piernas haciéndonos tropezar constantemente y no
dejándonos trabajar. Nunca se les veía el cuerpo, si es que tenían alguno,
porque permanecían ocultos en el nido. Yo sugería practicar un agujero con la
broca en el falso techo donde se ocultaban y darles bien de flit. Pero nadie
parecía interesado en echarme una mano. Encima, los marcianos eran unos
marranos que comían todo tipo de plásticos y los cagaban después derretidos,
dejándome la casa hecha unos zorros. Les gustaban especialmente las muñecas
Barbie y los pañales de talla grande. Me he despertado muy sobresaltado y
taquicárdico cuando ha pasado el tren de las cinco y veinticinco. Yo creo que
he visto demasiado cine de serie B. </p>
<p class="MsoNormal">Dicho esto, ya referiré estos días la de gente que se me
viene encima. </p>
<p class="MsoNormal">Hablando de cine de serie B. Nunca he sido antiyanqui
-tampoco es que haya estado a favor, porque no los conozco a todos- pero les
debo y agradezco la absoluta licuefacción de mi cerebro gracias a todas esas
películas infectas que he consumido con gula. Así nos colonizaron. Ya se lo
veía venir Julio Camba en un librito estupendo de 1932 que voy releyendo a
cagadas en el baño:</p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los Estados Unidos
tienen un poder de expansión enorme, y poco a poco, no sólo Hispanoamérica, el
mundo entero caerá bajo su influencia. Para una civilización como ésta, de
carácter exclusivamente mecánico, no hay límites posibles. Los sabios alemanes
montan en bicicleta, los negro de Tombuctú montan en bicicleta, y llegará un
día en el que, por virtud de la bicicleta, o de la radio, o del cerebro
automático, o de cualquier otra máquina, estaremos americanizados todos:
hombres, monos y loros, blancos y negros, humanos y cuadrumanos…”. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">Ahora, lo que no comprendo es lo de la facilidad que tienen
en EEUU para comprar un arma, no tanto porque piense que son herramientas
letales -que lo son- como por el uso mentecato que se hace de ellas. Yo, si
tuviera una pipa, sé que acabaría por usarla. Y hasta puede que fuera contra
mí, por no hacer daño a nadie.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Miércoles 24<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Tercer día consecutivo de letargo.</p>
<p class="MsoNormal">He terminado “Una historia de las imágenes”, el libro de
Hockney y Gayford. Creo que es un libro imprescindible para quien quiera
iniciarse en los fundamentos de la cultura visual. Además, es un libro muy bien
editado, muy bonito. El que se reproduzcan casi todas las imágenes a las que se
refieren los autores a lo largo de su charla, hace que sea muy didáctico y que
se lea de un tirón. Hacia el final hablan un par de veces de “La torre de
Babel”, de Peter Bruegel el Viejo. Es un óleo sobre tabla que Bruegel pintó en
1563, cuatro siglos antes de que yo naciera. Es un cuadro fascinante, lleno de
historias por todas partes. Siempre me ha encantado. A mí me gusta que los
cuadros me cuenten historias. He buscado una lupa para mirarlo con detalle,
pero ni el tamaño de la imagen ni mi cegarrutez me lo han permitido. Hockney
tuvo en su estudio una reproducción fotográfica de tres metros y medio de alto.
Buscaré en internet una imagen con buena definición y lo estudiaré con calma. El
cuadro mide 114 X 154, un tamaño relativamente pequeño para un cuadro que
contiene tantísima información con un acabado muy minucioso. El cuadro está en
Viena. Yo no viajo porque estoy muy arraigado. Y, por lo que sea -de verdad que
no lo sé-, Viena no sería mi primer destino si tuviera que desarraigarme. Pero,
buf, me está apeteciendo horrores ver ese cuadro. Buf. Con un poco de suerte,
lo sacan de gira y pasa por España. </p>
<p class="MsoNormal">Mañana viene Alberto. Voy a trabajar un rato en el jardín,
para que se lo encuentre tan decadente como me sea posible, como a él le gusta.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jueves 25<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hoy ha venido Alberto. Venía desde Valencia. Cuando ha
llegado a Altea, yo todavía peleaba contra el insomnio. Llevo una mala racha. Alberto
controla los bares que abren al amanecer y que tienen un buen aire acondicionado.
Siempre me espera en uno de ellos, pero hoy ha preferido acudir a casa. Se ve
que con las nuevas medidas energéticas el aire acondicionado no estaba a la
temperatura adecuada. Para que el aire acondicionado esté al gusto de Alberto
ha de haber pingüinos entumecidos en el suelo del local. Después de un largo
baño, algo arrugados, hemos decidido ir al Rastro X, uno de esos lugares de
ensueño de los que no conviene hablar demasiado, no vaya a ser que se llenen de
gente limpia y pierdan su incomparable decrepitud. Los jueves, el Rastro X no
está tan animado como los fines de semana. Aún así, el lumpen y todo tipo de
personajes extravagantes crean un ambiente muy tranquilo y relajado. Alberto y
yo convenimos que este lugar tiene un safari fotográfico de primera. Hemos
visitado el tenderete de nuestro chamarilero favorito. El puesto está tan
abigarrado que es imposible acceder a él, de manera que no se pueden vender los
objetos que no estén a tiro de la envergadura del comprador. De hecho, durante
un tiempo pensé que el chamarilero había muerto sepultado por su chatarra. Pero
no, ahí estaba hoy. Esparcía con desgana el polvo de la primera fila de los
trastos. Nunca le he comprado nada porque los objetos de interés son
inaccesibles. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paella’s Thursday </i>en el
Rastro X. Ración de paella por un euro. Nos hemos abstenido, pero no de la
cervecita, amenizada por un guitarrista de poca voz. </p>
<p class="MsoNormal">Ya en Altea, bañito y cocina. De fondo oímos el programa de
jazz de Radio Clásica. Resulta que Alberto lleva años escuchándolo. Yo me he
enganchado este verano, casi tanto al locutor como a la música. Resulta que el
locutor es ese al que Alberto escribe de vez en cuando. A partir de esta
circunstancia, nos enredamos en una charla que salta de lo poco valorado que
está Duke Ellington como pianista hasta el sombrero de Joseph Beuys. Nos
ponemos así de importantes cuando abrimos una botella de vino blanco. También
intentamos resolver un par de temas de trabajo. Estamos tan a gusto que se nos
pasa la hora y comemos tarde. Después, siestón. Entro en coma. Cuando me
despierto me encuentro a Alberto en la piscina. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me uno a él. Muuuucha calma, que rematamos con
un vinito en el bar de los rumanos. Y a las diez y pico nos decimos adiós con
la manita. Un día estupendo.</p>
<p class="MsoNormal">Alberto me ha traído uno de los primeros ejemplares de
“Desmemoria”, el primer libro de la Editorial Nostromo. Hasta ahora, sólo
habíamos editado las revistas que, por otra parte, son libros por su tamaño y
lo cuidado de su edición. “Desmemoria” es un libro precioso. Se lo enseñaré
mañana a Ramón. Sé que le va a encantar. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viernes 26<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Esta tarde vienen Ana, Cris y Ramón. Ramón y yo nos
conocimos a los seis años. Nuestras madres nos bañaban juntos. A él le ha
crecido la pilila.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hoy creo que no voy a escribir más, a no ser que ocurra algo
excepcional como el Apocalipsis o algo similar.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sábado 27<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Ramón y Cris se han ido de paseo y Ana a la playa. Aprovecho
para contestar correos y escribir un par de cosas. Mi prima Cristina, su
marido, mi sobrino y su novia llegarán sobre las cinco. Mi sobrino es músico y
actúa esta noche aquí, en Altea. El concierto empieza a las 12 de la noche. A
esas horas suelo estar en mi primer sueño, que siempre es el último. Y mañana
voy a Valencia para regresar por la noche. Preveo paliza. Ya no estoy para
estos trotes. </p>
<p class="MsoNormal">Alberto escribió ayer a Luis Martín, el locutor de Sólo Jazz
de Radio Clásica.</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="background: white; color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">“Querido Luis, ayer fui a visitar a
un buen amigo a su casa de la costa. Cuando se acercaba la hora del aperitivo,
que jamás perdonamos, me preguntó si conocía a un tal Luis Martín que hacía un
programa de Jazz en Radio Clásica. Él ya presuponía que le iba a decir que
sí, en realidad era la suya una pregunta casi retórica. Mi amigo Antonio te
había descubierto hace un mes y estaba abducido por tu programa hasta el punto
de cambiar sus horarios cotidianos. Claro, mis comentarios no hicieron más que
enardecer la conversación, pues mis conocimientos sobre tu programa son... cómo
llamarlos, exhaustivos (porque te tengo controlado tanto en los directos como
en los podcasts). El caso es que allí estábamos ayer escuchando tu programa sobre
Ray Charles. Mi amigo, que es un fino analista, se dio cuenta en pocos días de
cuál es tu posición con respecto a la corrección política y le gustó mucho
(sobriedad, contención y sensatez), más allá de lo verdaderamente importante:
la forma de expresar tus conocimientos siempre tan bien hilados. Bueno, el caso
es que estuvimos hablando de ti y tu programa todo el día de ayer. Me destacó
el programa que hiciste sobre el Duke Ellington pianista sabiendo que yo era un
súperfan del músico y que tenía una barbaridad de discos de él. También le
hablé de las cosas que nos separan a ti y a mí, ya que yo soy muy poco
ecléctico en mis gustos, que son amplios pero restringidos valga la paradoja. Y
a ti te gustan prácticamente todas las figuras que por sus indiscutibles
méritos han alcanzado el éxito (ya sé que no todos ni todos igual pero a
ti te gustan muchos más "estilos" que a mí). </span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En fin, que ocupaste una buena parte de
nuestras conversaciones de ayer y nos lo pasamos muy bien. Ya tienes otro fiel
seguidor. Por cierto, el programa de ayer lo oímos desde la piscina y con un
martini (blanco, seco y con olivas) en la mano.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Fantástico... y enhorabuena una vez más<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Alberto”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Diez minutos después, Luis le contestó:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">“Envidiable
forma de escuchar música, programas... vivir, en fin, Alberto. Con un martini
seco al borde de la piscina. Muchas gracias por los elogios. Me
ruborizan. Menos mal que tengo uno de esos escudos invisibles, de esos que
llaman anticomplacencia, ya sabes... <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">La complacencia es
enemiga de la autoexigencia. Con la complacencia uno acaba viendo,
únicamente, su propio centro. Yo llevo toda mi vida descubriendo centros que no
están en mí, intentando respirar a través de otras pieles. En posible que otros
lleguen al mismo punto, partiendo de otros lugares. En mi caso es imposible
hacer algo así sin exigirme siempre algo más. Es una lata, ya lo sé, pero estoy
hecho así. Y soy consciente de que puede parecer que mi vida la rige uno de
esos principios judeocatólicos, pero no es cierto. Transcurren los años y sigo
sin fichar por ninguna multinacional del espíritu. Es, simplemente, mi forma de
entender la vida. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Naturalmente,
valoro los elogios. Naturalmente me agradan y los agradezco. Sin embargo, si un
día acabase creyendo que me los merezco, caería en la complacencia. Todo
lo que digo y hago está teñido por esta filosofía de vida, que, por cierto, no
está reñida con la envidia que me provoca vuestra estampa en la piscina.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Recibe un
abrazo, Alberto. Y hazlo, por favor, extensible a tu amigo también.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Luis”. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">¡Qué tipo tan
estupendo!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Me despierto
cada vez que me muevo. Paso las noches de vigilia con breves intermedios de
sueño. Me sabe mal por Ana. Tampoco ella puede dormir. Y, para colmo, sigo con
las pesadillas. No son pesadillas terroríficas, pero sí muy inquietantes. Esta
noche, por ejemplo, he tenido un microsueño en el que trabajaba en una academia
de dibujo. En la entrada había un rótulo muy grande de cinc, con un retrato a
punta seca de mi hermano cuando tenía unos doce años y, junto a él, el nombre
de la academia: “Academia Dibuja Mal”. ¡Chúpate esa Freud! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Domingo 28<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Viaje de ida
y vuelta a Valencia para pasar el día con mis padres. A la ida con Ramón, Ana,
Cris y París. De vuelta, ya de noche, con Ramón y París.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Hemos cenado
sobras al microondas. Estábamos cansados. Yo estoy pagando la resaca de los
bailes de la madrugada del sábado. Mañana hablaré de ello. No tendría que haber
provocado a la ciática, que parecía haberme abandonado pero sólo estaba
escondida, al acecho, la muy ladina. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Lunes 29<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">No sé por
dónde anda Ramón. Eso es lo mejor de Ramón, que a veces desaparece. Esta tarde
nos acercaremos a Sant Lluís. Quiero que Ramón sienta el prodigio de viajar en
el tiempo. La noche del sábado viajé a mi infancia. A la ermita se sube por un
camino de tierra. Los caminos que la circundan también lo son porque así lo han
querido los vecinos. La prefieren al asfalto, aunque sus casas se llenen de
polvo cuando sopla el viento o todo se embarre cuando llueve. La ermita es muy
pequeña. Más tarde, en un descanso de los músicos, pudimos visitarla porque
Pere, el Clavari Major, algo aturdido después de una semana de fiesta, nos
abrió las puertas. Fue un privilegio que le agradezco en el alma. Los niños
tiraban petardos junto a la fachada. Los adolescentes veían de comerse una
rosca, algo que yo, viajero en el tiempo, sabía por experiencia que no iba a
ocurrir. Animalitos. Unas horas antes, los festeros más jóvenes habían paseado
y plantado l’arbret. L’arbret está adornado con sus camisetas. Y de arbolito no
tiene nada, porque yo le calculé sus buenos cinco metros de altura. Después del
esfuerzo merendaron coca a la llumá y vino. En casa, en ese mismo momento, caía
la tarde con una luz ámbar filtrada a través de la calima. Desde la ermita se
ve al fondo el pueblo iluminado. Se intuye la línea negra del mar. Intentan
invitarme a las copas, pero yo declino y, cuando no miran, las pago. Las
máquinas del tiempo tienen componentes oníricos que deben costar un riñón y
habrá que colaborar para que no se deterioren. Una chica me da el pésame -a
grito pelado, por encima de la música y los petardos- por lo que hicieron con
mi casa. Le digo que es muy joven y que no tiene ninguna culpa. Además, añado,
no guardo ningún rencor. Mi casa es el paraíso. Me contesta que para ella Sant
Lluís también lo es y que hará todo lo posible para preservarlo. Después me
entero de que trabaja en el ayuntamiento. ¿Habrá esperanza? Sant Lluís, irreductible
aldea alteana… ¡Ferpectamente! El grupo da caña. Pasan las horas y los
festeros, lejos de aquietarse, se agitan espasmódicamente. Yo, sin embargo, voy
entrando en un sopor muy agradable, casi un duermevela, fruto del sueño y el
vino de la cena. Todo parece coreografiado: la pequeña ermita, las casitas
encaladas, las bombillas y las banderitas de papel, el mediterráneo de fondo,
la música y el baile. Manel parece percatarse. Manel toca cuatro o cinco
instrumentos de diversa índole, y de vez en cuando se toma un respiro. En uno
de ellos, baja del escenario y nos comenta que va a tocar un par de temas con la
dolçaina y que después nos larguemos, que no parece que vayan a parar hasta el
amanecer. Pienso en los pocos vecinos que, como es normal, forman parte de la fiesta.
Aun así, los imagino pidiendo asilo en casa de algún familiar o alquilando una
habitación para descabezar un sueñecito. Así que regresamos a casa a eso de las
tres. Sigue subiendo gente a la ermita, atraídos por la música y las luces. Me
acuesto agotado. Pero, por extraño que parezca, no me duermo. Acostarme feliz,
lejos de relajarme, me excita. Ya estoy deseando que llegue el próximo Sant
Lluís y que todo siga igual. Se lo pediré a los Reyes Magos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Prima
Cristina, Manolo, tremendo músico Manel, Lucía… gracias por el embutido y por
el vino. Tiene delito que tengáis que venir de La Font para que descubra mi
propio pueblo. Y gracias, sobre todo, por decirme que la casa huele igual que
veinte años atrás, porque de eso se trata. El resto no hace falta que os lo
cuente por escrito, porque ya lo sabéis. El próximo Sant Lluís, más. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">No ha llovido
ni un solo día desde que llegué. Tendré que regar de nuevo. Mañana sin falta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Martes 30<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Esta mañana ha
tronado y ha llovido un poco. Muy poco. Lo justo para que retirásemos las
hamacas a toda prisa y parase de golpe. Tendré que regar de todos modos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Nos hemos
acercado al mar. Ramón quería estrenar sus gafas de buceo y yo pegarme un baño
y leer un rato. Nos hemos pertrechado meticulosamente con todo lo necesario y
hemos salido contentos. A mitad camino, Ramón se ha dado cuenta de que se había
dejado las gafas de bucear en casa. Yo me he dejado el libro. El mar estaba
limpio y en calma. El agua, demasiado caliente para nuestro gusto. En la playa
había una mujer debajo de una sombrilla y nadie más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Ya en casa,
he duchado a París y Ramón ha hecho la compra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Ayer por la
tarde paseamos hasta Sant Lluís. Berlanguiano y evocador. Los niños y las niñas
jugaban a tirar de la cuerda. Los abuelos seguían la competición sentados en
sillas plegables. Había varios tontos. Pere sobrevive porque es hiperactivo o
porque es mutante. Después, organizaron un concurso que consistía en colgar
unas cintas con arandelas de un alambre atado entre el tronco del arbret y la
barandilla de la antigua escuela. Las cintas quedan a cierta altura. Entonces,
los chicos conducen sus motos con la novia de rodillas en la parte trasera del
asiento. Las chicas han de desenganchar las cintas del alambre tirando de la
arandela con un lápiz. No es sencillo, porque el conductor no puede poner los
pies en tierra en ningún caso. No sé qué premio tenía el concurso, porque
anochecía y nos vinimos de vuelta. Por el camino vimos cabras y murciélagos.
Olía a dompedros, adelfas, higuera, algarrobas, jazmines y hierba seca.
Cantaban los grillos. Casi lloro. Si sobrevivo, tardaré un año en volver.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Por la noche
vimos en la tele “Cuando ruge la marabunta”. Una jartá de reír. Más allá de la
tensión sexual entre Charlton Heston, muy macho pero eyaculador precoz, y
Eleanor Parker, mujer iniciada en las artes amatorias -“un piano suena mejor
cuando ya ha sido tocado”, dice ella-, lo divertido de la peli es que
contrataron como nativos a tipos de muy diversas etnias, desde mexicanos a
polinesios. Además de algún blanco mal maquillado. Basta con ponerles la misma
patética peluca con una cinta para que no se les caiga y a correr, suponemos
que pensaron. En un momento dado aparece un calvo con pinta de faquir al que,
sin duda, se les olvidó ponerle la peluca aunque, curiosamente, no la cinta. Y
en un plano hay otro nativo de dos colores, porque se les pasó pintarle las
piernas. También hay uno de color morado, debido quizá a una reacción alérgica
al maquillaje. En fin, qué buen rato. Hasta que empezó un docu sobre Asunción
Balaguer, la viuda de Paco Rabal, que nos cortó el rollo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Hoy viene
Juanvi. A ver si cierro la presentación de “Sinvivir” en Altea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Miércoles 31<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Mucho viento
y algo de lluvia esta madrugada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero
vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">5-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">6-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">7-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">8-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">9-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l11 level1 lfo15; tab-stops: right 425.2pt; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">10-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Yo quiero vivir aquí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt; text-align: center;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Fin<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: right 425.2pt;"><span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 322.25pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraph"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoListParagraph"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-90894761611135726292022-04-13T14:52:00.001-07:002022-04-13T14:52:21.017-07:00Formentera 80's<p class="MsoNormal">Formentera era una colonia alemana. Y ya me sabe mal decirlo,
pero era el paraíso. Los alemanes empezaban a beber cerveza, vino blanco y
licor de yerbas a primera hora, alrededor de las once a.m., y a eso de las diez
p.m. llevaban una torta considerable y se retiraban a sus hoteles
trastabillando. Se mostraban respetuosos con la limpieza de la isla y rara vez
gritaban. Por la noche podías dormir sin mayores sobresaltos. Además los
alemanes eran muy dados a desnudarse como yo, por lo que todo parecía fluir en
primitiva y mística hermandad. La desnudez, el sol y la sal combinan maravillosamente
bien, salvo cuando su piel, transparente como la de un feto de cuatro meses, se
quemaba dolorosamente. Ese era el caso de muchos alemanes que, poco protegidos
o mal avisados, se freían en las calas pitiusas. Una vez, sin quererlo, me
quedé enganchado mirando sin disimulo los cojones pelados de un teutón. Los
tenía refulgentes, tan rojos que imaginé que le hervían y que la salsa se le
había espesado tanto que se le pegaría al fondo del forro. Desde luego, no creo
que al alemán le preocupase su fertilidad. </p><p class="MsoNormal">Una tarde, años después, llegó un italiano. Al atardecer
sonó un teléfono móvil, algo inaudito en la isla. “¡Ciao!”, gritó Giorgio. Y
eso fue el principio del fin. Los italianos llenaron de gritos la isla, la
vistieron y, lo que es peor con ellos, como en perfecta simbiosis, se instaló
la Guardia Civil. Y los jipis, que para bien ya no lo eran, aprendieron a
hablar con la i, y los alemanes se largaron a otros paraísos, y había motos
abandonadas, y me robaron la ropa tendida, y me levantaron a la novia, y a mi
novia le levantaron al novio, y me cagué en la puta madonna y no volví jamás. </p><p>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Me gusta lo poco que conozco de Italia. Yo, cuando voy
por ahí, no grito porque no me sale. Pero ganas no me faltan. ¡Porca miseria!</span></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-14262213226137272302022-04-13T14:47:00.004-07:002022-04-13T14:47:55.539-07:00La belleza<p> </p><p class="MsoNormal">Llegaba al apeadero del tren, siempre vacío, poco antes de
que amaneciera. Después, subía la cuesta hacia la plaza de la iglesia. El paseo
me llevaba unos veinte minutos. Las golondrinas madrugadoras bajaban en vuelo
rasante por las calles del pueblo. Ya arriba, los primero rayos del sol de junio
iluminaban la fachada de la iglesia. Aquellos días, mi trabajo consistía en subirme
al andamio y limpiar la piedra de la parte superior, alrededor de la hornacina donde
una escultura de la Virgen y el Niño bendecían a paisanos y forasteros. La
Virgen y el Niño habían sufrido daños cuando se inició la Guerra Civil. Los
ánimos andaban algo alterados por entonces y a alguien se le ocurrió que era
necesario pegarle un martillazo a la imagen. Apoyaron una escalera de madera en
la fachada e hicieron que un niño subiera con un martillo y la emprendiera a
golpes con el mármol. Los trozos cayeron al suelo. Algunos de ellos fueron
recuperados años después, pero la cara de la Virgen y una de las manitas del Niño
desaparecieron para siempre. Un amigo escultor trabajaba ya en su taller para
reponer ambas piezas. No fue un trabajo fácil, porque no había documentación
alguna. Tan sólo una copia de un grabado de muy mala calidad y que no aportaba
nada relevante. Datando la escultura, estudiando la iconografía y comparándola
con otras contemporáneas se pudo realizar una restauración respetuosa y fiel al
original. Como también hicimos con la puerta de la iglesia, retirando las
planchas de metal, muchas corroídas, y sustituyéndolas por otras que repujó un
artesano <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in situ </i>replicando el dibujo
primitivo. La puerta ya había sido parcheada anteriormente, y entre otras
curiosidades encontramos recortes de las latas de leche en polvo del Plan
Marshall, cuando los estadounidenses, allá por la década de los cincuenta del
siglo pasado, nos dieron limosna. Y es que en aquellos tiempos se aprovechaba
todo. </p>
<p class="MsoNormal">Existen muchos tipos de piedra y muy diversas formas de
limpiarla. La más rápida y eficaz, pero también la más agresiva, es proyectar
agua o arena a presión. Hace mucho que no trabajo restaurando y no sé si hoy en
día hay técnicas mejores, pero a principios de los dos mil existía una, más
cara pero menos agresiva que el agua o la arena, que consistía en disparar
sobre la piedra microesferas de vidrio. Las minúsculas esferas estallaban en la
fachada, rebotaban pulverizadas y caían sobre las losas de la plaza. Así, bajo
el andamio y sin premeditarlo, creamos una playa tropical de fina arena blanca
en un escarpado pueblo del interior. Todas las mañanas, cuando el sol calentaba
sin quemar, un montón de niños se reunían debajo del andamio y jugaban en la
arena con sus cubos, palas y rastrillos, como si estuvieran junto al mar. Las
golondrinas gorjeaban sobre nuestras cabezas, componiendo una banda sonora
mediterránea, onírica. A veces me parecía oír el ir y venir de las olas en la
orilla de la playa. A los niños no parecía afectarles el roce de la arena de
vidrio. Más de uno se hurgaba la nariz a fondo, inhalando el polvo, algo que me
preocupaba un tanto. ¡Pero parecían tan felices! Poco a poco fui conociendo a
los niños, a las niñas y a sus familias. Algunas madres se turnaban para
limpiar la iglesia y me pedían que les echase un vistazo a sus niños desde la
atalaya de mi andamio mientras barrían y sacaban el polvo del órgano y los
candelabros.</p>
<p class="MsoNormal">Uno de los niños se llamaba Juan. Juan vivía con sus padres
y su abuelo en una casa contigua a la iglesia. Todas las mañanas, Juan sacaba,
por este orden, una caja con dos o tres sandías, una silla de madera y a su
abuelo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sentaba al abuelo en la silla y
se venía a jugar a la playa con sus amigos. Yo miraba al abuelo de vez en
cuando. Tenía la piel curtida y un apósito enorme le cubría toda la calva. Se
le caía la baba. Nunca le oí hablar ni le vi vender una sandía. Le pregunté a
Juan que por qué dejaba al abuelo sentado junto a la caja de sandías si nunca
le había visto vender ninguna. Me contestó que de lo que se trataba es de que
al abuelo le diera el sol, que lo de las sandías no importaba. ¿Y si alguien quería
comprar una <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sandía?, comenté. Bueno, me
dijo, pues me avisas y yo se la vendo. </p>
<p class="MsoNormal">La restauración nos llevó un mes y pico. Retiramos el
andamio y pudimos contemplar con distancia nuestra obra. No había quedado nada
mal. Los vecinos estaban muy contentos. Nos habían cogido cariño. Y nosotros a
ellos. El párroco, agradecido, nos invitó a comer en su casa. Comimos de
maravilla, bajo el fresco emparrado del patio trasero. También había una
higuera que nos emborrachaba con su aroma dulce. La tarde y la sobremesa se
alargaron. Conversábamos sobre esto y aquello. El cura nos contó que, después
del terremoto, los vecinos reutilizaron columnas y capiteles del castillo para reconstruir
sus casas. Ahora se ven integrados en las paredes del pueblo. Le hablé de Juan y
de su abuelo, y de lo feliz que había sido aquellos días de andamio. El cura me
dijo: “Sabes quién es el abuelo de Juan”. Le contesté que no. Y me contó: “El
abuelo de Juan es el niño que rompió a martillazos la cara de la Virgen”. Y no
hubo ni un asomo de rencor en sus palabras. Sólo la satisfacción de una
historia bien cerrada. Y la felicidad de saber que lo importante no son las
ideas, sino la belleza. </p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-16729917641663416942022-04-13T14:44:00.002-07:002022-04-13T14:44:42.199-07:00Insomnio<p> Los insomnes no queremos serlo. El insomnio nos desordena la
vida. Si de mí dependiera, sin ir más
lejos, organizaría de otro modo mis horarios laborales. Pero comprendo que el
día es por naturaleza el mejor momento para trabajar. Aunque la verdad es que
se hace muy difícil cuando no descansas por la noche. Somos, según dicen,
animales diurnos, aunque yo empiezo a funcionar relativamente bien sobre las
siete de la tarde y apenas durante un par de horas. Y esto en el mejor de los
casos y si, con suerte y por una de esas, he descabezado una siestecita después
de comer. El caso es que, por lo que he comprobado, no hay trabajo que soporte
esta raquítica dedicación. Después de las siete de la tarde divago y la mayor
parte de mis ideas son bazofia, cuando no peligrosas. Así que paseo al perro mientras escucho
música o algún podcast, intentando alejar de mí ideas macabras o suicidas.
Después, ceno y me acuesto temprano odiando la cama de antemano porque preveo
otra nochecita de mierda.</p>
<p class="MsoNormal">Lo que sigue es fácil de resumir: me voy a la cama temprano,
leo un rato, me duermo y me despierto tres o cuatro horas después cagándome en
lo más sagrado y, de paso, también en lo civil. Y así una noche tras otra. Así
funciona mi insomnio. Además, durante esas tres o cuatro horas de sueño poco
profundo suelo tener pesadillas, algunas recurrentes. Entonces me araño sin
darme cuenta las muñecas, los pies y la espalda hasta hacerme sangre. Mis
pesadillas están cargadas de personajes, lugares y objetos muy nítidos, casi
palpables, a veces hasta los huelo, y son tan vívidas que recuerdo hasta el
último detalle. Se trata de historias complejas, a todo color, con una trama
lineal que se bifurca en multitud de subtramas que saltan de un tiempo y un espacio
a otro con cierta coherencia onírica. La verdad es que, y no es por chulear,
mis pesadillas son de óscar freudiano. Por cierto, soy de los que piensan que
los sueños sólo interesan a quienes los sueñan y a los psiquiatras. Yo le tengo
dicho al mío que debería pagarme en vez de sacarme hasta los empastes. Entre
las historias más o menos ciertas y las que me invento por completo tiene para
aburrir a sus colegas del Club de los Alegres Pillastres de Eros. Por eso tan
sólo pergeñaré unas pocas líneas a cuenta de mi peor y más contumaz pesadilla.
En mi peor pesadilla hordas de personas, conocidas o no, invaden mi casa cual
plaga bíblica. Esta invasión hostil suele ir acompañada de desastres de todo
tipo como aludes de lodo, pestes bubónicas, disoluciones radiactivas o
festivales folclóricos con gaitas. No hay nada peor que tener que cocinar para
cientos de personas que toman al asalto tu casa, la saquean, la arruinan y no
te dan ni las gracias. Y cuando hablo de mi casa me refiero a la de verdad, a
la gran casa familiar de mi infancia, y no al pisito en el que vivo de modo
provisional desde hace veintiséis años. Me imagino que estas pesadillas se
deben a que creo ser una persona de izquierdas pero también defiendo con
fanatismo la propiedad privada, de ahí que mi consciente y mi subconsciente
colisionen con violencia cuando sueño.<span style="color: red;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal">En estos desvelos puedes adoptar diversas posturas. De
entrada, se trata de descartar cualquier consejo, incluso los profesionales.
Recuerdo como si fuera ayer mi primer día insomne. Fue un sábado de verano, a
los quince años, de vacaciones. Yo mismo me sorprendí cuando me levanté al
mismo tiempo que mis padres. No le di ninguna importancia, de hecho me pareció
hasta elegante pasar una noche en blanco sin haber salido de farra. No supe ver
la que se me venía encima. Desde entonces he recibido todo tipo de
recomendaciones, unas más o menos razonables y otras completamente absurdas. Me
han recetado yerbas, opios y meditaciones. Me han hablado de respiraciones,
paredes en blanco y masajes. De gimnasias masturbatorias del pene y letanías
tibetanas. También de terapias esotéricas con constelaciones, agujas,
piedrecicas, vapores aromáticos y antepasados muertos. Y hubo quien me habló de
maleficios y males de ojo perfectamente subsanables a través de sacrificios de
reptiles o, en su defecto, de pequeñas mutilaciones de diversos seres de sangre
caliente. Además, por supuesto, cualquier remedio ha de ir acompañado de ejercicio y una dieta
sana ajena al jamón, al vino y al resto de todo lo bueno.</p>
<p class="MsoNormal">Desechadas, pues, tan absurdas recomendaciones, he decidido recurrir
a mis propias terapias, que no funcionan en absoluto. Pero antes de empezar a
aplicarlas hay que adecuar el entorno. Lo obvio y esencial es una cama,
oscuridad y silencio. Las dos primeras son fáciles de conseguir, pero el
silencio no sólo depende de mí. Vivo en un primero. Las ventanas de mi piso
recaen sobre una avenida. Por la avenida petardean camiones, coches y motos. Y
por las noches los camiones de la basura vacían los contenedores. Mis favoritos
son los del vidrio que, casualmente, están a escasos diez metros de la ventana
de mi dormitorio. Cuando el camión de la basura vacía el contenedor del vidrio
provoca un maremágnum sonoro sólo comparable al que crearía una orquesta de
psicópatas dodecafónicos. Por si esto fuera poco, los horarios de recogida
coinciden con los de mi primer y único sueño, por lo que, a lo largo de los
años, he incubado un odio profundo hacia los concejales de residuos sólidos. Para
colmo de mis males, el cabecero de mi cama está pegado al tabique que separa mi
dormitorio de la escalera del edificio, de manera que cualquier vecino que
quiera salir a la calle pasa a un palmo escaso de mi cabeza. El peor de todos
es el vecino del perro que ladra. Al vecino del perro que ladra, que tiene la
costumbre de bajarlo a pasear a la hora que yo me acuesto, le cercenaría todas
las glándulas. El ruido, indudablemente, contamina más que el plástico. Y no
hay tapones que valgan.</p>
<p class="MsoNormal">Así las cosas, los insomnes nos volvemos maniáticos. Yo, por
ejemplo, necesito un número determinado de almohadas, cinco para ser exactos, con
unas formas, tamaños y texturas determinados. Tres de ellas me las pongo debajo
de la cabeza, otra, más pequeña, encima, y la quinta sólo la utilizo en verano
para separarme las piernas e impedir que rocen entre sí. También evito que mi
aliento caiga sobre mis brazos, por lo que he de cubrirlos con la sábana o con
un pañuelo. Por las noches deberíamos dejar de respirar y mantener nuestras pulsaciones
bajo mínimos. En invierno uso pijama, pero ha de ser muy ligero y de cuello
abierto, porque de no ser así sudo como un pollo y padezco ahogos menopaúsicos.
Además, tanto en invierno como en verano saco de vez en cuando uno de mis pies
por debajo de las sábanas para que se enfríe. Duermo con un rascador de
espaldas y una botella de agua que dejo en el suelo, junto a la cama. En la
mesita de noche, además del flexo y el libro del momento, no pueden faltar el
nebulizador y los pedacitos de papel higiénico, por si se me tapona la nariz.
Por supuesto, ahí está omnipresente el reloj despertador, que no he utilizado en
esta vida más que para torturarme viendo pasar los minutos y las horas. Lo del
orinal lo abandoné hace años, pero siempre procuro acostarme en el lado de la
cama más cercano al baño. Y para qué hablar de las sofisticadas posturas que
adopto para sentirme cómodo, dignas del mejor yogui o del más hábil
contorsionista. Como se comprenderá, me es muy complicado viajar y alojarme en
hoteles con semejante lastre de manías e impedimentas, de las que este párrafo
no es más que un breve resumen. </p>
<p class="MsoNormal">Como decía, hace tiempo que renuncié a las pastillas y otras
terapias. Y como soy incapaz de dejar la mente en blanco, tal y como se me
aconseja, procuro al menos no pensar en temas desagradables y evito a toda
costa organizar mis agendas de trabajo. Así,
me enfrasco en extrañas cavilaciones o invento historias que, por el día, me
parecen gilipolleces. La semana pasada le di vueltas al mejor sistema para colonizar
la luna. No entraré en detalles, pero los robots tendrán que trabajar de firme.
Y esta semana ando metido en una película con aires de saga en la que se
combinan paisajes bucólicos con cruentos magnicidios.</p>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">No dormir es un sindiós. El insomnio es el infierno,
una de las peores invenciones de Satán. Y os lo cuento -y que se me perdone la
coquetería- desde el punto de vista de
quien ha padecido todo tipo de miserias. Ninguna, os lo aseguro, comparable a
no pegar ojo</span>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-39625039951821199502021-12-21T03:50:00.003-08:002021-12-21T03:50:48.303-08:00A tumba abierta<p><br /></p><p class="MsoNormal">Me han contratado de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">boy</i>
en la discoteca Penélope Senior de Benidorm. Tengo que bailar semidesnudo
dentro de una jaula. Me indican que he de quitarme el pañal y eso me preocupa,
pero me aseguran que cubrirán el suelo de la jaula con las páginas salmón del
periódico.</p>
<p class="MsoNormal">Penélope Senior es chachi dabuti. Aquí viene lo más
pendenciero y transgresor de la generación. No hay más que fijarse en las
sillas de ruedas motorizadas, todas ellas tuneadas, que son motivo de
admiración en el parking de la disco. Algunas son biplaza, por si el motero
liga y deja a la chati de vuelta en la puerta de la residencia. Es también en
el parking donde El Teclas, dos dientes sí uno no, trapichea con la Viagra muy
cortada que esconde en el tubo de la muleta. </p>
<p class="MsoNormal">Nunca he sido muy de discotecas, y menos de bailar
semidesnudo en una jaula. Además, desde que me operaron de la hernia parezco
una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">striper </i>vieja con cesárea. Pero
las condiciones laborales son irrechazables e incluyen las copas de lumumba,
sanfrancisco o de delicioso pipermín.</p>
<p class="MsoNormal">Y la de experiencias inolvidables que me llevaré al purgatorio
que, por lo que aprendí de los curas, es el lugar adonde vamos los tibios, los
ni fu ni fa. Aquella matiné, sin ir más lejos, en la que malinterpretamos una
hemiplejia con un intento hilarante del Amalio de bailar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">breakdance </i>con el consiguiente craquelado de la cadera. Por
fortuna, la ambulancia del hospital cercano siempre está al quite, aunque los
Técnicos de Emergencias Sanitarias que la pilotan no parecen disfrutar de estas
situaciones tragicómicas. Tampoco fue desdeñable aquella Fiesta de Miss and Míster
Camiseta Mojada Vintage, ellas sin sujetador y ellos en gayumbos desfondados.
Decidimos invitar como público a nuestros nietos, engatusándolos con falsas promesas
de droga porro. Algunos vomitaron. Por no hablar del reparto semanal entre el
personal de la disco de los objetos perdidos que se guardan en el guardarropa. Aquello
es un cajón de sastre: patucos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>antiescaras, resistentes cortaúñas para los pies, dentaduras postizas, linimento
Sloan, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>frascos de colonia Varón Dandy ,
surtidos variados de pastillas para diversas miserias que nos tragamos como
gominolas, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>algún peluquín, una retina
desprendida, etc. Tecnología, poca, salvo audífonos y un walkman con una cinta
de la banda sonora de la película Fame.<span style="color: red;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Penélope senior es nuestro refugio en el que, entre toses,
incontinencias de la vejiga, adherencias precarias de las dentaduras y ajustes
de faja y suspensorios, podemos rememorar aquellos tiempos en los que éramos
capaces de bailar a Kurtis Blow sin correr el peligro de que se nos desatornillasen
las prótesis. No dudéis en acudir a mi espectáculo si pasáis por Benidorm.
Decidle al Mayki, el segurata tullido de diabetes, que vais de mi parte. Igual
os da un bono de un 20% de descuento para la primera copa de Calisay. <o:p></o:p></span></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-63200250578659111082021-12-09T01:51:00.003-08:002021-12-09T01:51:54.944-08:00La pistola<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Nunca antes
había visto una pistola. Me la enseñó Emaús Juste en uno de los reservados de
la discoteca de su padre. Emaús era el hermano pequeño de Luisa, una compañera
de clase. Yo tenía dieciséis años. Él, catorce. Llevaba la pistola debajo del
jersey, entre la cintura del pantalón y su barriga. La pistola tenía el cañón
plateado y la culata negra. Recuerdo que en ese momento sonaba “I shot the
sheriff” de Bob Marley. La discoteca del padre de Emaús estaba enfrente de la
Comisaría Central de la Policía Nacional. En la discoteca se pasaba droga,
sobre todo costo y coca. Pero es que el padre de Emaús era fascista y tenía
bula. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La discoteca
del padre de Emaús -no recuerdo su nombre- era cojonuda, un antro inspirado en
la estética de “La naranja mecánica” de Kubrick en el que bebíamos cerveza
gratis a pesar de ser menores de edad. Predominaba la luz negra y había unos
maniquíes femeninos de cuyos senos manaba un sucedáneo decorativo del Moloko
Vellocet. A esa edad, entre semana, tenía que regresar a casa antes de la diez,
por lo que nunca vi la pista llena. A esas horas sólo pasaban por ahí algunos compradores
de chocolate o farlopa y polis de la comisaría que se entonaban antes de
empezar el servicio. Entre los habituales estaban los miembros de la Brigada
26, unos cabronazos que se dedicaban a atizar a maricones, negros, rojos y
demás chusma sin mayor pretexto que la higiene social. Policías de ley que antes,
durante y después de cumplir con sus deberes, altísimos de anfetamina, se iban gratis
de putas al barrio chino. <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Emaús y yo
nunca llegamos a ser grandes amigos. Yo empecé la carrera y me distancié de
algunos de los conocidos del colegio. Nos encontrábamos de vez en cuando y la
verdad es que, a pesar de tener pocas cosas en común, nos caíamos bien. Emaús
era un tipo inteligente, cariñoso, muy perspicaz y divertido. Cuando nos
veíamos nos fumábamos algún porro que otro, aunque a él se le quedaban cortos. Por
entonces ya se metía caballo. Pasado el tiempo, le perdí definitivamente la
pista. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luisa y yo
nos vimos hace poco. Coincidimos en la fiesta de cumpleaños de una amiga común.
Me contó que antes de morir, Emaús salía y entraba de la cárcel con alguna
frecuencia. No quise preguntarle de qué había muerto y la conversación derivó
hacia temas ligeros, anécdotas del cole y demás. Luisa estaba estupenda.</span>
</p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-72219726052010416792021-07-19T10:01:00.000-07:002021-07-19T10:01:24.348-07:00Reflexiones sencillas<p> </p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lectura en papel o
digital<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">No soy un fanático. Entiendo la comodidad de informarse a
través de dispositivos digitales. Estás informado al segundo. Leer periódicos
en papel cada vez tiene menos alicientes. Pero amo al papel como a la madera,
al hierro o a la piedra. Lo prefiero al plástico y a lo inmaterial, a lo
efímero y a lo inconsistente. Lo huelo, lo toco, dibujo sobre él y lo leo. Sería
absurdo defender lo contrario cuando peleo junto a unos amigos tarados por
editar una revista de papel. Mis libros están en las estanterías, no en una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tablet</i> o en la nube. Los consulto y los
releo. Sé que lo que importa es leer, más allá del formato en el que lo hagas.
Pero el libro es un formato útil y bello. Un fetiche. A veces, dentro de un
libro, me encuentro recuerdos de quien fui o de quien fue otro. Notas en los
márgenes o los marcadores de lectura, que siempre me dan pistas de la época en
la que se leyó el libro. </p>
<p class="MsoNormal">Le pregunté a mi hijo qué beneficios encontraba (si es que
los encontraba) a estudiar con libros de papel y me dijo que cansaban menos la
vista, que podía dibujar pollas y que se despistaba menos que conectado a
internet. Los de las pollas es, sin duda, un argumento irrebatible.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Formación online o
cara a cara<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Haría un flaco favor a mi profesión si eligiese el online. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mi compañero de trabajo Walter lleva meses
insistiéndome para que monte un curso de Narrativa Online. Y lo haré. Pero creo
que la mayor virtud de un profesor es saber manejarse cara a cara. A mí me
encanta debatir con mis alumnos, enlazar unos temas con otros y sacar
conclusiones de ello. Para eso me he formado. El formato online, por mucho que
se me lleve la contraria, no permite ese tipo de debate cercano. Es un formato
encorsetado, nada dado a la improvisación. Yo llevo mis clases perfectamente
estructuradas, pero me encanta cuando los alumnos abren nuevas vías de debate,
aunque en ocasiones la deriva haga que acabemos comparando la atonía muscular
de los prerrafaelitas<span style="color: red;"> </span>con la exigua talla de
calzoncillos de Pieter Brueghel (el Viejo).</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hoteles o camping<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Hace muchos años que dejé de viajar con la mochila. Nunca me
gustó. En los campings hay pulgas y compartes las duchas y las diarreas. Pero
tampoco me gustan los hoteles, por lujosos que sean. En realidad, lo que no me
gusta es salir de casa. En los hoteles no tengo mis almohadas, y las necesito
para dormir, aunque sea poco. Y en los hoteles hay clientes. Algunos de ellos
son niños. Si entiendo de algún modo las vacaciones es sin gente, y, desde
luego, sin niños gritando. No soporto los bufetes. No aguanto compartir la
piscina. Me siento culpable si alguien me hace la cama. Y, sobre todo, en los
hoteles no descanso. Y las vacaciones están pensadas para descansar, digan lo
que digan los hiperactivos. Yo entiendo el descanso como algo que uno hace
solo, en silencio. Durante las vacaciones cocino, leo, escribo, dibujo y huyo
de la gente. A veces, pierdo el tiempo. Sólo salgo de casa cuando me quedo sin
comida o sin medicinas. Además, mi casa es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">resort</i>. ¿Para qué pagar por lo que ya tengo? Tengo una suerte y una
antipatía que no me las merezco.</p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cine o televisión</b></p>
<p class="MsoNormal">Si nos referimos a las cadenas habituales no me cabe duda:
prefiero el cine. De hecho, no veo apenas la tele. En mi casa nadie la ve.
Algún telediario de vez en cuando y poco más. Pero sí que es cierto que
consumimos series y películas a través de Netflix o Filmin. Y encima gratis,
porque las paga mi suegra. </p>
<p class="MsoNormal">Tengo que volver al cine. Hace tiempo que no voy. No hay
nada como la oscuridad, una pantalla grande, un buen sonido y cualquier peli de
Louis de Funès. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Comprar o alquilar<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Aunque acaparo mucho, no le tengo apego a casi nada, excepto
a la leña, a mi chatarra, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los cientos
de cachivaches que he amontonado, a mis vinilos, a mis plantas, a mi ordenador
portátil, a mis utensilios de cocina, a mis zapatillas de ir por casa, a mis
lápices, pinceles y libretas, a unos cuantos muebles, a mis libros, a mis gafas
de ver de cerca, a las de ver de lejos, a los cuadros que me han regalado los
amigos, a mis propios amigos, a mi cámara de fotos, a mi vida corpórea ( e
incorpórea, si la hubiera), a todo aquello que deseo pero aún no tengo y a mi
casa. Y cuando hablo de mi casa no hablo del piso en el que vivo en Valencia,
sino de la de Altea. </p>
<p class="MsoNormal">He vivido de alquiler muchos años y me ha gustado. Tuve un
casero cabrón, pero, en general, no tengo ninguna queja. En realidad, hasta
echo de menos al casero cabrón. Me mandaba notas por debajo de la puerta para
exigirme el pago mensual y me amenazaba con el desahucio. Era guardia forestal
y tenía una escopeta, así que había que tener cuidado con no retrasarse
demasiado con el alquiler. Cuando vives de alquiler sientes la casa como tuya.
Lo único que me fastidia es haber dejado todos los pisos que alquilé más
bonitos que cuando entré en ellos. Ahora soy propietario y la única diferencia
que he encontrado es que he de asistir a las reuniones de vecinos. Bueno,
también esto es mentira, porque paso de ir a las reuniones de vecinos. Total,
para enfadarme y que finalmente hagan lo que les dé la gana… Es una pérdida de
tiempo. Nuestro anterior administrador se fue con nuestra pasta. Si hubiera
estado alquilado no me hubiera preocupado en absoluto. Con los administradores
de fincas, con los hombres sin ojeras y con las lavadoras viejas hay que
andarse con mucho cuidado. </p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La vida: ¿rápida o
lenta? <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Paseo al ritmo que me permiten mis piernas (no tengo carné
de conducir ni patinete ni bici) y no me gusta viajar. No me interesa saber lo
rápido que puedo correr porque no tengo prisa por llegar a ninguna parte. Lo
cierto es que ya estoy donde quiero estar. He leído en un sobrecito de azúcar
que lo importante es el camino. Puede ser, pero a mí me gusta caminar con calma
y hacia un destino. No me gustan los finales abiertos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal">Aunque sí que hay algunas cosas que me gustan a toda
velocidad, como los 100 metros lisos olímpicos, los golpes en la calva del
viejo de Benny Hill, las peleas de los karatekas chinos y los lunes. </p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-28331075761000602982021-04-23T10:37:00.004-07:002021-04-23T10:37:49.106-07:00Sergey Egupov, futbolista<p><i>A Sergey Egupov, in
memoriam.</i></p>
<p class="MsoNormal">Últimamente escucho más que nunca la palabra épica
relacionada con el mundo del fútbol. Se habla de esos equipos humildes que a
fuerza de esfuerzo y coraje consiguen en ocasiones doblegar a los poderosos.
Escuadras en las que sus jugadores pierden los dientes en campos embarrados y
que se duchan con agua fría en vestuarios con aroma a sobaco y a Linimento
Sloan. Esto, por lo que me dicen, tendría los días contados en Europa si los
clubes más poderosos deciden crear un torneo elitista y hacer la guerra por su
cuenta. En esta liga sólo participarían estos equipos ricos y algún invitado
elegido por ellos. La competición sería financiada con millones a paletadas por
un banco americano. De este modo, los clubes millonarios podrían saldar sus
deudas y, con el sobrante, fichar a los mejores jugadores del mundo. La brecha
entre los opulentos y los modestos sería ya infranqueable. </p>
<p class="MsoNormal">No acabo de caerme de un guindo, por lo que intuyo que esto
no deja de ser un tira y afloja entre millonetis para seguir ganando pingües
pastizales. Total, de arruinarse ya se encargarían los gobiernos de sacar
adelante las deudas con nuestro dinero. Ya lo hicieron con los bancos y lo
harían con el fútbol, porque sin fútbol no habría paz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dicho lo cual, me adhiero a la opinión más o
menos interesada de algunos futbolistas y entrenadores que opinan que no merece
la pena esforzarse si no existe la recompensa. ¿Qué más da ganar o perder si de
igual modo ves a estar siempre dentro o fuera de la máxima competición europea?
</p>
<p class="MsoNormal">De todos modos, y mientras escribo esto, parece que el
asunto se desinfla. Se conoce que a los clubes ricos ya les han untado los
organismos de fútbol europeos. </p>
<p class="MsoNormal">Pero todo este embrollo me ha evocado una historia de fútbol
verdaderamente épica. La leí no sé dónde y no recuerdo con precisión la fecha
en la que ocurrió, aunque debió ser por los años setenta del pasado siglo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por entonces el FC <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Avtomovil Zavod de Cheboksari, ciudad de la República
de Chuvasia que pertenecía a la URSS, militaba en la Tercera División Soviética
de fútbol. El Avtomovil Zavod disputaba sus encuentros en el Novyy Stadion de
Cheboksari. Los colores de su elástica eran celeste y burdeos. El FC Avtomovil
Zavod era un equipo humilde. Buena parte de su plantilla estaba formada por trabajadores
reclutados en la fábrica de coches y tractores que daba nombre al club. Se
trataba de hombres rudos, broncos, acostumbrados a trabajar en la cadena de
montaje y a meterse en peleas en cualquier tugurio tras gastarse el jornal en
vodka. Sergey Egupov era uno de estos hombres. Sergey jugaba de lateral
izquierdo. </p>
<p class="MsoNormal">Aquella tarde, el FC Avtomovil Zavod se enfrentó como
visitante al FC Vintovka Ubiytsy, de la ciudad siberiana de Kémerovo. El
Vintovka Ubiytsy vestía completamente de negro, excepto la hoz y el martillo rojos
que adornaban su escudo, y su defensa pasaba por ser un tanto expeditiva. No en
balde, contaban con el récord de fracturas de tibias rivales desde la década de
los veinte. Sin embargo, este partido se preveía tranquilo. Era el último de la
temporada y a ambos equipos les bastaba con el empate para salvar la categoría,
por lo que el pacto de no agresión parecía la opción más razonable. Así, la
contienda transcurría con normalidad, un ojo morado aquí un mordisco allá, y sin
mayores contratiempos. Ambos equipos parecían conformarse con el empate a cero
inicial. Fue entonces, a pocos minutos del final, cuando Aleksander Filimonov,
portero del Avtomovil Zavod, vio a Sergey Egupov desmarcado y lanzó un soberbio
y preciso pelotazo que cogió desprevenida a la zaga del Vintovka. Sergey
controló el balón con elegancia y enfiló hacia la portería rival acompañado por
varios camaradas de contraataque. Misha Yarostny, el sanguinario central de la
escuadra de Kémerovo, vio peligrar la permanencia y corrió a neutralizar a
Sergey. Entre Sergey Egupov y el guardameta rival sólo se interponía el
carnicero Misha. Si Sergey conseguía esquivarlo el camino quedaría expedito. Pero
Misha llegó al cruce y pese a la corpulencia de Sergey consiguió tumbarlo en el
suelo tras una entrada criminal. El árbitro, temeroso sin duda de represalias,
dejó seguir el juego. Sergey parecía roto, pero se levantó del embarrado,
persiguió a Misha con pundonor, recuperó el cuero, avanzó por la banda y centró
un balón medido a Yuri Zolotaya Golova, su delantero centro. El arquero salió a
defender a la desesperada y arrolló a Yuri. El árbitro, a su pesar, no tuvo más
remedio que pitar el penalti. El cronómetro marcaba el minuto noventa del
choque. La tangana fue monumental y Sergey repartió tantas patadas y puñetazos
como el que más. Al colegiado le zurró la badana el masajista del Vintovka y
los linieres tomaron las de Villadiego. La afición rival se unió a la golpiza,
pero los jugadores del Avtomovil no se dejaron amilanar. Finalmente, la policía
bolchevique intervino con la diplomacia que les caracterizaba y templo gaitas a
culatazos de Kalásnikov. El réferi, que se había acochinado debajo de una silla
en el vestuario, regresó al barro por medio de la misma táctica conciliadora y
señaló de nuevo el punto de penalti. Se le veía maltrecho, tembloroso y, por lo
que imagino, acogiéndose a la voluntad del Dios ortodoxo. No podría despedirse
de los suyos si el FC Avtomovil Zavod marcaba el penalti.</p>
<p class="MsoNormal">Sergey Egupov se prestó voluntario para ejecutar la pena
máxima. La policía impedía que los aficionados del Vintovka Ubiytsy invadiesen
la cancha. El portero se ubicó bajo palos y Egupov colocó el cuero con mimo sobre
el punto de penalti. El árbitro encomendó su alma al Cristo Pantocrator y sopló
su silbato.</p>
<p class="MsoNormal">Lo que ocurrió después forma parte, como se dijo, de la
historia épica del balompié. Basta con consultar la Wikipedia para rememorar la
efeméride. </p>
<p class="MsoNormal">El FC Avtomovil Zavod ganó el partido y mantuvo la
categoría.</p>
<p class="MsoNormal">Sergey Egupov perdió la pierna. Sufrió una fractura de tibia
y peroné después de la entrada del carnicero Misha. Aun así, se mantuvo en el
terreno de juego durante minutos, peleó bravamente contra los jugadores rivales
y ejecutó el penalti que dio la victoria definitiva a su equipo. En Cheboksari
hay una calle que le homenajea. A su entrada, una escultura tullida se erige en
honor a su memoria. </p>
<p class="MsoNormal">El árbitro compadrea con la familia Romanov en la parcela
rusa del inframundo. No existe escultura alguna que le recuerde.</p>
<p class="MsoNormal">El muro de Berlín cayó en 1989. </p>
<p class="MsoNormal">Diez de los doce equipos fundadores de la Superliga europea
abandonaron el barco dos días después de su fundación. </p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-55581549471675740172021-04-22T09:50:00.031-07:002021-04-25T11:37:36.769-07:00Cruces<p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 10pt;">Salíamos del "Horno de los Colgados", sobre la una y pico de la
madrugada, y nos reíamos escuchando en la radio del coche a Gomaespuma, un par de tipos muy divertidos, con una
clase de humor heredado de Tip y Coll y de Gila. Después conocí a Faemino y Cansado
y supe que había otros maestros.</span><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 10pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los Gomaespuma, bastantes años después, dirigían un programa a primera hora
de la mañana en M80, una emisora de radio fórmula muy penosa. Aborrezco la
nostalgia musical cuando es hortera y vergonzante. El caso es que, pasados los
años, los Gomespuma cedieron su puesto a un chico de Requena, Pablo Motos, y a
un equipo muy solvente que se lo había currado después de muchos años de
trabajo en la Cadena Ser en Valencia. El programa no estaba mal y, sin llegar
ni de lejos a las cotas de fino humor de sus antecesores, entretenía mientras
te afeitabas. Y entonces, un buen día Motos, a quién ya se le notaba que se la
chuparía de haberse operado las flotantes, se mofó de Jonathan Richman. Pobre
puto paleto, el tal Motos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Jonathan Richman es un compositor al que se le adivina una sólida cultura
musical, con un estilo popular e ingenuo que engancha de inmediato. Su voz, es
cierto, resulta chocante, y sus gallitos, ensayados o no, añaden un encanto
simpar a sus canciones. Pocas veces he disfrutado tanto en un concierto como en
aquel en el que actuó junto a su banda, los Modern Lovers, y al que asistimos
no más de cincuenta personas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El Motos tuvo que envainársela cuando alguien le sopló que Richman es una
figura muy reconocida en EEUU. Pero yo ya le había puesto una cruz. Nunca más
escuché su programa ni ningún otro en el que participase. Por lo que sé, desde
hace un buen puñado de años triunfa en la tele haciendo gala de su patético
histrionismo. Hay público pa' to. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">No me considero un tipo rencoroso, pero cuando alguien me trata con
displicencia, mala educación o soberbia lo marco de por vida. No tengo ningún
afán de revancha ni le deseo nada malo, simple y llanamente lo borro de mi
vida. El problema es que cumplo años y mi vía crucis cuenta por decenas,
si no por cientos, los bares, restaurantes o comercios que he vetado Sé que me
estoy perdiendo ese magnífico cous-cous sólo porque un día el dueño del
restaurante dudó de mis conocimientos acerca del ritual para comérselo... ¡Pues
metiéndoselo en la boca, masticando y tragándotelo, gilipollas! Que le den al
puto gastrónomo que, además, es belga. Tampoco volveré a aquella camisería en
la que el dependiente definió mi cuerpo como el del clásico asténico de pecho
hundido con barriga de obeso. Salí de ahí hermanado de sopetón con Joseph
Merrick y Quasimodo, pero resuelto a defender con orgullo mi discapacidad. Y
quizá Brígida tuviera razón cuando se quejó de la consistencia de mi pilila,
pero, de todos modos, la dejé. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Motos, el puto belga, el dependiente eugenésico y Brígida están
crucificados, como tantos otros. Siento mucho mi cabezonería, pero, como dice
mi padre, cada uno es cada cual y tiene sus "cadaunadas".<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="font-size: 10pt;"> </span></p><p></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-38203861600497407592021-03-13T14:13:00.002-08:002021-03-13T14:13:34.497-08:00Fútbol<p> </p><p class="MsoNormal">Estimado señor:</p>
<p class="MsoNormal">Fui uno de esos niños a los que sólo eligen en el equipo de
fútbol cuando el balón es suyo. Unas navidades pedí un balón a los Reyes Magos.
Me trajeron uno de reglamento. Al día siguiente lo llevé al solar y pude capitanear
mi propio equipo. Los capitanes de cada equipo seguíamos un ritual para
seleccionar a nuestros jugadores. Nos situábamos uno enfrentado al otro a pocos
metros de distancia y caminábamos a pasitos. Alternábamos nuestros pasitos colocando
el talón del derecho pegado a los dedos del izquierdo y, después, el talón del
izquierdo pegado a los del derecho. Así, avanzábamos poquito a poco, un pie
delante del otro, y a cada paso uno gritaba: “¡oro!”, y el otro respondía:
“¡plata!”.El primero que pisaba con la punta de su pie la zapatilla del rival
decía “monta y cabe”. Si el pie montaba sobre el propio y el del contrario y,
además, cabía entre ambos en horizontal, el ganador podía elegir al primer
jugador. Se trataba, sin duda, de un método ecuánime para igualar las fuerzas. El
primer jugador en ser elegido solía ser el goleador y el último el portero,
porque para eso servía cualquier gordo. A mí, cuando no era el dueño del balón,
me dejaban fuera o, en el mejor de los casos, me ponían de poste. </p>
<p class="MsoNormal">Coloqué mi balón, nuevecito de trinque, en el hipotético
centro del solar. Rifamos el saque y ganó el contrario. Me daba un poco de
rabia que el capitán del otro equipo estrenase oficialmente mi balón, pero las
reglas son las reglas. Mi contrincante sacó con un pelotazo largo que pretendía
sorprender al portero. La pelota voló por encima de nuestras cabezas y se
perdió por encima de la tapia que cercaba el solar. Salí corriendo a buscarla
pero no la encontré. Me imagino que alguien que pasaba por ahí se la llevó. Me
quedé sin regalo de Reyes antes de pegarle un chut en condiciones. </p>
<p class="MsoNormal">Desde entonces sólo jugué al fútbol con los niños que leían
y únicamente los días de lluvia, que era cuando dejaban libre el solar. Además,
como sea que los niños que leían no pedían balones a los Reyes Magos, jugábamos
con pelotas que fabricábamos con el papel de plata que envolvía nuestros
bocadillos del almuerzo. </p>
<p class="MsoNormal">Los niños que leían me contagiaron su afición y, con el
tiempo e inspirado por mis lecturas, yo mismo comencé a escribir. Pasados los
años me alcanzó el éxito y fui apreciado por los lectores y la crítica. Es por
eso que el pasado domingo me invitaron a realizar el saque de honor en el
partido que enfrentaba al Levante UD, el equipo de mi barrio, contra el
Valencia CF, nuestro eterno rival. Comprenderá usted, después de lo narrado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ut supra, </i>mi reacción al verme en el
estadio, delante del balón y jaleado por miles de aficionados. Impelido por
aquellos recuerdos gambeteé entre los jugadores del Valencia que, entre perplejos
y divertidos, no comprendían si se trataba de un repentino brote sicótico o de
una improvisación artística. Mi sensación al perforar la meta valencianista me
acercó al orgasmo. </p>
<p class="MsoNormal">Lo que sucedió a continuación, para mi disgusto, ha
trascendido las fronteras y me ha elevado a la categoría de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">trending topic </i>mundial. Es evidente que
la desnudez cargada de lorzas de un sexagenario es motivo de mofa y hasta, si
quiere, de censura estética. Pero acusarme de escándalo público y acompañar mi
vergüenza de una multa desproporcionada es sin duda una exageración. Apelo a su
señoría, pues, para que reconsidere su sentencia. Dadas las circunstancias, ruego
que valore el atenuante de la erección involuntaria y, en su caso, la eximente
de trauma infantil. </p>
<p class="MsoNormal">Causa que traslado a V.E. en Valencia, a 14 de marzo de
2021.</p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-44308827682496873342021-02-21T03:50:00.001-08:002021-02-21T04:14:48.848-08:00Libertad de expresión<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Pablo Hasél
dice ser poeta y rapero. Bueno, Pablo Hasél es poeta y rapero, porque basta con
que digas ser lo que se te ocurra para inmediatamente serlo. Tal y como están
las cosas, por ejemplo, tienes derecho a ser madre aunque los cojones te
cuelguen hasta las rodillas. Pablo Rivadulla, nombre de pila del rapero,
escribe poemas. Busco en internet y me encuentro con estos versos inspirados,
imagino, por el estro: <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“No me da pena tu
tiro en la nuca, ‘pepero’. Me da pena el que muere en una patera. No me da pena
tu tiro en la nuca, ‘socialisto’. Me da pena el que muere en un andamio”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“Mira a los puercos del PSOE comiéndosela a la
monarquía. <strong><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">Los dispararía uno a uno, sería
oportuno, algo mejoraría</span></strong><b>”<o:p></o:p></b></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“¡Merece que explote
el coche de Patxi López!”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“Pienso en balas
que nucas de jueces nazis alcancen”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“¡Que alguien clave
un piolet en la cabeza a José Bono!”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"> “Quienes manejan los hilos merecen mil kilos
de amonal”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Y
otros que aluden a la Familia Real española desde la metáfora sutil:<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“Voy a decir como Corina: guillotina”<span style="background: white;"><o:p></o:p></span></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">“Si Froilán se
disparó en el pie siendo menor de edad igual ahora que es mayor de edad va a
disparar a toda la Familia Real”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">“Los parásitos
de los Borbones siguen de trapis con los decapitadores de los homosexuales”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">No quisiera darme pisto, pero vengo cagándome en la Familia Real, de
viva voz o por escrito, desde el setenta y cinco del siglo pasado. Mi padre
pensaba que me iban a enchironar pero, desafortunadamente, nunca tuve tantos
seguidores como Rivadulla, por lo que perdí la oportunidad de convertirme en un
mártir y el <i>dolce far niente </i>carcelario. Vamos, que a partir de este momento sé de lo que hablo.<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">Al poeta y rapero Hasél lo han metido en la cárcel porque, según el
Supremo y tras algún recurso: <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">“</span></i><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">No queda la conducta
amparada por la libertad de expresión o difusión de opiniones invocada por el
acusado y su defensa, en el entendido de que a los fines del terrorismo
resultan extraordinariamente útiles y valiosas las aportaciones de quienes,
como el recurrente, <strong><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">ensalzan las acciones, justifican
la violencia y expresan simpatía</span></strong> frente a la eliminación
física del disidente. No se trata, como se pretende en el recurso, de sancionar
penalmente una discrepancia respecto de la ideología política o social de
otros, sino, dada la forma en que se exterioriza y expresa la discrepancia, de
penar la incitación, la provocación y el riesgo que genera de que terceras
personas, enardecidas por esas expresiones, <strong><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">retomen la violencia</span></strong><b>".<o:p></o:p></b></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></b></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">La sentencia está bien redactada y supongo
que se ajusta a la ley. Otra cosa es que no esté de acuerdo con la ley y sí con
Íñigo Errejón, el único político al que he oído discrepar con sensatez. Íñigo
opina, como yo, que cualquier gilipollas tiene derecho a decir lo que le
apetezca. En eso consiste la libertad de expresión. En ningún caso se pueden
perseguir las ideas, vengan de donde vengan. Ahora, eso sí, sin refugiarse bajo
el paraguas de la expresión artística y, sobre todo, sin hacer distingos. <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">En lo referente a la expresión artística he de decir que
nunca he tenido claro cuáles son sus reglas. El tiempo de la técnica y de la emoción
fue sepultado bajo la iconoclastia de las vanguardias históricas. Duchamp firmó
con seudónimo e ironía un urinario y lo declaró obra de arte porque él, como
artista, así lo había decidido. Y desde ese momento todo vale. Si Pablo Hasél
dice ser poeta es porque lo es. Siempre habrá quien disfrute de sus poemas y
quien justifique sus desvaríos. Así se cierra el círculo. Y si Pablo Hasél
quisiera ser madre, quién sería yo para quitarle la ilusión. <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Quiero insistir en mi idea de que cualquier gilipollas
tiene derecho a decir gilipolleces, aunque me parece que parapetarse tras el
escudo del arte no es más que una excusa. Yo prefiero a los que hacen política mintiendo
y sobornando a pecho descubierto, Me explico. De un par de siglos a esta parte,
el artista parece forzado a tomar partido ideológico y poner su obra al
servicio de la causa. Viví un tiempo en el que los artistas estaban obligados a
luchar contra una dictadura. Los artistas gastaban coderas en la chaqueta de
pana, bufanda adornada de caspa y sarro denso en los dientes. Los artistas
plásticos, los escritores, los cantantes, los ilustradores, los humoristas
gráficos y muchos otros regateaban con ingenio a la censura o se enfrentaban a
ella con valentía. Algunos, incluso, supieron navegar la ola vanguardista sin
perder su carácter reivindicativo. Este país les debe mucho, muchísimo. Pero su
momento crepuscular llegó tras la muerte del dictador. Los más inteligentes supieron
reciclarse. Otros, se agostaron. Yo, que tenía doce años, me subí al tren del
colorín lisérgico y la alegría. Ese movimiento, fruto de la incipiente
democracia, quizá fútil, banal y hasta nihilista, instaló al país en la
modernidad (signifique lo que signifique el término). Mirábamos con curiosidad
de puertas para afuera y disfrutábamos de nuestro nuevo lugar en el mundo, más
allá de la grisalla, el Polil y el chicle Dunkin. Por eso me llama la atención
que los jóvenes progresistas amenicen sus acampadas con himnos “progres” del
año de la rubeola como “Al vent” o “L’estaca”. Apestan a urinario grafiteado de
estación de autobuses, a esmegma, a flit y a moscas ahogadas en un porrón. <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Dos amigos de mi padre, simpatizantes socialistas,
murieron asesinados por los nacionalistas racistas (valga la redundancia) de
ETA. Eran profesores y buena gente. Ahora se les llamaría “buenistas” como
sinónimo de pardillos. Quizá lo fueran. Uno piensa que educar en casa y formar
en las escuelas evitará que en el futuro se arreglen las cosas a hostias. Nunca
será así si los políticos alientan la violencia. En ese sentido, resulta
chocante que Echenique, carne de cañón por su discapacidad, arengue a las
hordas antisistema a destrozar escaparates de currantes y a quemar contenedores
y mobiliario urbano que pagan sus padres a cuenta de sus sueldos. Hasta a atizar
a periodistas y a quemar sus despachos, curiosa manera de defender la libertad
de expresión. En un estado neofascista o neoestalinista, él sería el primero en
caer de cabezón por un acantilado. Gracias a imbéciles como Echenique crece la
ultraderecha de mierda en España.<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Echenique es portavoz de un partido al que el poeta Hasél
ha dado caña. Rivadulla no deja títere con cabeza. Pero Echenique y el
presidente de su partido, que no duda en calificar la democracia española como
deficiente (como lo son todas), apoyan los disturbios desde el gobierno al que
han llegado mediante esa democracia poco plena. Nunca, en ningún caso, quisiera
convertirme en un <i>hater </i>semántico,
pero alguien que confunde el significado de “infringir” con el de “infligir” no
puede ser vicepresidente ni de su escalera de vecinos. Ni mucho menos del
gobierno de una nación. Y, desde luego, no cabe alentar a la turbamulta por
cálculos electorales o por la mala conciencia de haber accedido al poder, tan
deseado por otra parte. Ni abjurar de los policías que atizan a quienes les
agreden pero palmear la espalda de los guardias civiles que protegen de
escraches la valla de su chalet. <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Leí hace años una historieta del Ivá sobre este tema. Ivá
fue un gran comiquero y un tocapelotas sin igual. En apenas dos páginas contaba
la evolución de un comunista español elegido eurodiputado. En el mitin en el
que se despedía de sus compañeros de partido, el joven eurodiputado prometía
defender los derechos de la clase trabajadora desde Bruselas. Como símbolo de
su lucha se anudaba una corbata roja. Su madre se despedía de él dejando caer
unas lagrimitas y preparándole un bocata de chorizo envuelto en Albal. En el
avión, el eurodiputado bisoño conocía a un colega, también español, que viajaba
en primera. Este le invitaba a acompañarle a la parte noble del avión. Ahí,
bebían champán y comían jamón del bueno a cuenta de sus cargos. Lo primero que
hacía el joven eurodiputado al aterrizar en Bruselas era tirar la corbata roja
y el bocata de chorizo a una papelera del aeropuerto. Dos curritos españoles,
que pasaban por ahí con sus monos de limpieza y sus escobas, se encontraban la
corbata y el bocata. “¡Ostia tú! ¡Qué corbata má guapa!” -decían- “¡Y vaya
peaso de bocata de choriso! Es que la gente no sabe disfrutá de lo güeno”.<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Me da a mí que estos podemitas andan <i>lost in translation </i>y que, entretanto y de mudanza, disimulan
confundiendo a los currantes que les votan con subnormales desfaenados que los
apiolarían si los tuvieran a tiro. <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">En cuanto a ser antisistema, término ambiguo donde los
haya, intuyo que no es un colectivo homogéneo y que hay quien lo utiliza a su
conveniencia. De hecho, los antisistema son los primeros en quejarse de lo mal
que funciona la seguridad social cuando se resfrían. Comprendo el hastío de
quienes no tienen trabajo y que no encuentran solución en el sistema actual. De
hecho (ya lo conté por ahí debajo) yo no pienso votar nunca más “enmiputavidaquemequeda(poca)”.
Pero en estos grupúsculos abundan los violentos vocacionales, psicópatas
tarados que disfrutan repartiendo estopa. Gilipollas, en suma, que reparten
hostias por gusto o por odio conveniente, saqueando tiendas con ropa de marca o
atizando a los que testifican en su contra (vease Pablo Rivadulla vs periodista
de TV3 y Rivadulla vs testigo de juicio en su contra). En resumen, simples
delincuentes aprovechados. <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">Anoche escuché en la radio a una tipa del partido del
vicepresidente Pablo Iglesias. No recuerdo quién era, pero decía que había más
presos por motivos ideológicos en España que en Irán. Me remito a la página de
Amnistía Internacional, poco dada a tonterías:<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">“Las autoridades
reprimieron con dureza el derecho a la libertad de expresión, de asociación y
de reunión. Las fuerzas de seguridad emplearon medios letales de manera
ilegítima para sofocar las protestas, mataron a cientos de personas y
detuvieron arbitrariamente a miles de manifestantes. Las autoridades detuvieron
de forma arbitraria a más de 200 defensores y defensoras de los derechos
humanos y en muchos casos les impusieron penas de cárcel y flagelación. Una
nueva ley permitió a las mujeres iraníes casadas con extranjeros transmitir la
nacionalidad iranía a sus hijos e hijas, pero las mujeres seguían sufriendo
discriminación, y las autoridades intensificaron la represión contra las
defensoras de los derechos de las mujeres que hacían campaña contra la legislación
relativa al uso obligatorio del velo. Las minorías étnicas y religiosas sufrían
una arraigada discriminación. La tortura y otros malos tratos, incluso mediante
la negación de atención médica, seguían siendo generalizados y sistemáticos, y
se cometían con impunidad. Se aplicaban penas judiciales crueles, inhumanas y
degradantes.Decenas de personas, varias de las cuales eran menores de 18 años
en el momento del delito, fueron ejecutadas, a veces en público. Se vulneró de
forma sistemática el derecho a un juicio justo. Las autoridades iraníes
persistieron en cometer el crimen de lesa humanidad de desaparición forzada al
ocultar sistemáticamente la suerte y el paradero de varios miles de personas
que habían sido ejecutadas extrajudicialmente y en secreto en la década de 1980
por su disidencia política”. <o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">Igüalico, igüalico que en Lérida<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">El otro día, tomando café, un buen amigo
me dijo que hubiera ido a la manifestación pro Hasél porque en España no hay
una democracia plena. Bien, voy a darle la vuelta a los poemas de Rivadulla
pero cantando, porque así todo vale y contaré con el apoyo de mis colegas
artistas:<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“No me da pena tu
tiro en la nuca, ‘rapero’. Me da pena el que muere en una patera. No me da pena
tu tiro en la nuca, ‘puerco Hasél’. Me da pena el que muere en un andamio”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“Mira a los puercos de Podemos comiéndosela al muerto
Chávez. <strong><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">Los dispararía uno a uno, sería oportuno,
algo mejoraría</span></strong><b>” </b></span></i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">(<i>sic</i> el “los”).
<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“¡Merece que explote
el coche de Pablo Iglesias!”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“Pienso en balas
que nucas de jueces nacionalistas alcancen” </span></i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">(<i>sic</i> construcción
lamentable).<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">“¡Que alguien clave
un piolet en el cabezón de Pablo Echenique!”<o:p></o:p></span></i></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"> <i>“Quienes
manejan los hilos merecen mil kilos de amonal”</i> (literal).<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">En lo que se refiere a los Borbones, pensé en
copiar y pegar todo lo que he escrito hasta hoy, pero es mucho y me da pereza.
Creo que sobra decir, cada vez con menos ganas, que me cago en el Rey Juan
Carlos I y en toda su progenie. Pero también en el puto poetastro rapero Hasél,
vergüenza del soul, de la literatura y de la democracia.<o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;">Por cierto, amigo, te quiero mucho. ¡Viva John
Coltrane! <o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 15pt; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;">P.D: Durante la redacción de este artículo se sacrificaron miles de
neuronas a cuenta de la escucha de un par de temas del rapero Hasél. Y no ando
sobrado de ellas.</span><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></i></b></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></b></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></b></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></b></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p><p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
</p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></i></b></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></b></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></b></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><b><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p style="line-height: 16.8pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span></p>
<p><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 10pt;"> </span> </p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-32908111723072309412020-12-19T10:30:00.003-08:002020-12-19T10:30:52.801-08:00Esparza<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Qué es el viento?
Las orejas de Esparza en movimiento”.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">Esparza, en efecto, tenía las orejas muy grandes y de
soplillo. Además, parecían no tener cartílago, como si fueran de goma, de
manera que Esparza se las plegaba poquito a poco, cual trabajo de papiroflexia,
y las dejaba encajadas en el oído. Después, se tapaba la nariz, cerraba la boca
e hinchaba los carrillos y, pliegue a pliegue, las orejas se desdoblaban como
por arte de magia. </p>
<p class="MsoNormal">Un día jugábamos al escondite en mi casa. Mis padres habían
salido y nos reunimos unos cuantos amigos. No tendríamos más de diez u once
años. Al que le tocó pagar contó hasta cien y buscó al resto. A mí me encontró en
un armario, disfrazado de batín y colgado de una percha. Mi amigo Alfredo, que
era pequeñito, se encogió dentro del horno. Y Belda se desnudó y se preparó un
baño caliente de espuma con la intención de sumergirse en él cuando fueran a
pillarle, pero no era bueno en apnea y fue descubierto. Los demás fueron
apareciendo uno a uno. Menos Esparza. Nadie sabía dónde se había escondido
Esparza. Algunos sospechamos que, contraviniendo las reglas que no permitían
esconderse fuera de casa, en el rellano, en las escaleras, en el ascensor o en
casa de un vecino, el tipo se había ocultado extramuros. Hasta que alguien
gritó: “¡Está aquí. El tarado está aquí!”. Esparza, en efecto, se había
escondido fuera de casa. El tío majara había abierto la ventana de un pequeña
terracita que daba al patio de luces y había salido al exterior. Y allí estaba
Esparza, agarrado al marco de la ventana y con los pies en una cornisita de no
más de diez centímetros de ancho. Mis padres vivían en un séptimo. A mí me pudo
el vértigo y me di media vuelta. Imaginaba a Esparza cayendo desde esa altura y
batiendo las orejas en un intento desesperado de remontar el vuelo pero,
finalmente, aterrizando de cabeza y esparciendo su magra sesera sobre el suelo
del deslunado. Gracias a Dios, Esparza regresó a la terracita al grito de “¡He
ganado! ¡Soy el mejor!”. Alguien le hizo notar que se había saltado las normas,
que habíamos quedado en que nadie se podía esconder fuera de casa. Sin embargo,
Esparza aludió que no estaba fuera de casa porque la terracita pertenecía a
ella y sus manos, aferradas al marco de la ventana, estaban dentro. Y no supimos
qué decirle porque Esparza era un subnormal, sí, pero esta vez no le faltaba
algo de razón.</p>
<p class="MsoNormal">Una tarde, después del colegio, fui a casa de Esparza. Era
un piso oscuro con un pasillo muy largo. “Ven”, me dijo. “Te voy a enseñar mi
laboratorio”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al fondo del pasillo había
una puerta con la pintura algo descascarillada y un cristal esmerilado en el
cuarterón superior. En el laboratorio, que según supe más tarde era donde la
hermana de Esparza trabajaba en sus prácticas de veterinaria, había jaulas y
terrarios. En las jaulas había conejos y pequeños ratoncitos, y en los
terrarios ranas y lagartijas. “Vamos a abrir un conejo”, me dijo Esparza. Y, ni
corto ni perezoso, durmió al conejo con cloroformo y se dispuso a rajarlo con
un bisturí. A mí aquello me horrorizó y le rogué que no lo hiciera. Pero
Esparza me contestó que me encantaría, que no había nada más divertido que ver
palpitar el corazón de un conejo dormido y que, después, lo coseríamos para que
su hermana pudiera seguir practicando. En vista de que el psicópata, bisturí en
ristre, se disponía a sajar al pobre animalito, me largué y no volví nunca a su
casa. </p>
<p class="MsoNormal">De vez en cuando me cruzaba con Esparza en los recreos.
Acabada la EGB desapareció y no supe de él hasta que quince años después fui a
comprar tabaco en un kiosco de la calle Salamanca. Detrás del mostrador estaba
Esparza, con sus mismas orejotas, si acaso más grandes y carnosas, y con el
gesto de quien tiene problemas de convivencia neuronal. Esparza no me
reconoció. Me cobró el paquete de Bonanza y, antes de salir, me giré para echar
un último vistazo. Esparza acariciaba un bonito conejo blanco, de ojos rojos y amplias
orejas. Aquella noche no dormí del todo bien. </p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-56937375886952560512020-12-08T10:25:00.004-08:002020-12-09T08:28:26.742-08:00Píldoras<p> </p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Hace meses que no escribo para el blog. Anduve metido en
líos. Pero sí que he anotado algunas ideas que no he llegado a desarrollar. He
desechado buena parte de ellas. Algunas porque son tristes y no tienen cabida
en este blog. Otras, por muy malas. Me he quedado con las simplemente malas que
paso a transcribir a modo de píldoras.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Mi sobrino-hijo Nacho, de pequeño, no paraba de
preguntarme por el precio de las cosas. Pasaba un coche y me preguntaba:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">¿Cuánto vale ese coche?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">No lo sé Nacho – le respondía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Pero di algo, di algo – insistía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Que no lo sééééé.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Ya, ¡pero di algo, di algo! – machacaba.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Jodeeeer. Que no tengo ni ideaaaaa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">¡Pero di algo, di algo!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">¡Hostia ya! ¡Que no lo sé! ¡Ni puta idea,
coño, puto niño de los cojones!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Nunca he sabido calcular el precio de las cosas. A veces,
ni me aproximo. Es raro que me encapriche con algo (pertenezco a la Cofradía
del Puño Cerrado, vamos, que soy muy rata), pero, después de luchar a brazo
partido contra mi miserabilidad y pensármelo un par de lustros, podría pagar
una fortuna por cualquier cochambre herrumbrosa o carcomida, siempre y cuando
no exceda los treinta euros (el concepto de fortuna atañe a cada cual y no
admito discusiones al respecto). En resumen, que nunca sabré qué es caro o
barato, porque todo me parece caro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Menos los libros.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Sé de la envidia por los que me envidian. Este aforismo
de azucarillo de mierda, que me inventé borracho de tinto profundo, es en mi
caso del todo cierto. La genética y la vida no podrían haber sido más amables
conmigo, por lo tanto, ¿por qué y de quién sentir envidia? De todos los pecados
capitales es el que menos me interesa. La soberbia, la avaricia, la lujuria, la
ira, la gula y la pereza tienen su aquel. La soberbia es de gilipollas, pero
apetece practicarla en contra de un soberbio, es decir, de un tonto engreído
sin media hostia intelectual. La avaricia la practico y la entreno con
obcecación. Apilo montañas de leña y prefiero pasar frío y comer crudo a
gastarla en la chimenea o en una parrillada. La lujuria me queda lejos, pero la
imagino. La ira, la reprimo. Ahora, también te lo digo, si pudiera me
encantaría ponerme rojo y en ebullición y calzarle un par de bofetadas </span><span>a más un paleto</span><span>, con la
mano abierta y cogiendo carrerilla. La gula engorda. Y con la
pereza coqueteo pero no acaba en nada porque enseguida empieza a picarme el
culo.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Si acaso, siento algún disgusto por no saber sumar, pero
tampoco me quita el sueño.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Rábula: abogado indocto, charlatán y vocinglero.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Hace apenas un mes cumplí cincuenta y siete años. Se me
han descolgado la nariz, las orejas y los cojones, que están a punto de caer al
suelo como breva madura. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Y se me acaba la paciencia, sobre todo con los estúpidos.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Vi una persecución. Esperaba el semáforo verde para
cruzar la avenida y un coche pasó a toda velocidad zigzagueando de un carril a
otro. Pocos metros detrás, la policía le pisaba los talones con un utilitario
nacional que metía mucho ruido de sirenas. Me fijé en el coche del malo, con la
expectativa culpable de que sacase ventaja, y me di cuenta de que ponía el
intermitente cada vez que cambiaba de carril. Delincuente, sí, pero con
educación vial.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Es una paradoja obvia, pero no deja de ser curioso que no
hace tanto, digamos que hasta mediados del siglo pasado, se vivía menos, por lo
que uno iba quemando etapas a otra velocidad. Mi padre era un tipo respetable
antes de los treinta. Ni me lo imagino bailando desnudo y en trance paroxístico
la sintonía del telediario, como hago yo cerca de los sesenta. Pero, y aquí la
paradoja, también el ritmo de vida era otro, como de paseo. Ahora vamos al
galope, con la lengua fuera, aun a sabiendas de que quizá tengamos una mayor
esperanza de vida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Voy a darme una vuelta arrastrando los pies.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">“Ninguna buena acción queda sin castigo” (Billy Wilder).<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Hay un programa en la tele que se titula “Cómo nos
reímos”. Lo he pescado de refilón unas cuantas veces y, dependiendo del
humorista, he caído una y otra vez en la misma trampa. Los editores de este
programa son unos hijos de la gran puta. Una historia, se cuente o no en tono
humorístico, necesita de unos tiempos. Los mierdas cabrones de mierda de este
programa se empeñan en trocear el montaje de los chistes intercalando imágenes
de diferentes programas para, a su entender, dinamizar (odioso verbo) el ritmo
de los mismos. Entre eso y algunas risas de lata (contra las que, por cierto,
no tengo nada si no tartamudean) me pongo enfermo. Por los pasillos de la tele pública,
al viento y desatadas de estacas, ruedan poderosas esferas de caspa. Por las
demás televisiones, también.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">He leído mientras cagaba un artículo de un ejemplar del “Blanco
y Negro” del año 1959. Aquel año hubo un referéndum en Suiza para decidir si
las mujeres eran merecedoras del voto o no. Salió que no. El articulista
defendía la opinión general del pueblo suizo que argumentaba que el voto de las
mujeres duplicaba el ya sabido, puesto que las mujeres votarían lo que les
dijeran sus padres, sus novios o sus maridos. <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Le preguntaron a un futbolista argentino, recién fichado
por un equipo español, que qué diferencias encontraba entre el fútbol de allá y
el de acá. “Mire -contestó-. El otro día, acá en Madrid, paseaba por un parque.
Un niño chutó fuerte al balón que fue a parar a los pies de un tipo que caminaba
por ahí. El tipo se lo devolvió al primer toque. Allá, en la Argentina, hubiéramos
gambeteado de espuela, de empeine y de testa antes de devolverle el
cuero </span>al pibe”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Y ahora refiero una serie de
apuntes que me parecieron interesantes en su momento y que ahora no entiendo en
absoluto:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">El codo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Iconoclastia y libertad de expresión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Elevar el precio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Voluptuosidad en el retrete.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Papado y papada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Pena de muerte preventiva.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Un enano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Un perro revolcándose en la mierda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Los vascos con los palitos, la batucada,
Mozart y la música electrónica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">La poda y lo agreste.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Policías guapas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Calvos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;">Ni puta idea. Pero seguro
que, en su momento, me parecieron ideas geniales.<o:p style="font-size: 12pt;"></o:p></span></p>Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-73225882516623841982020-07-21T06:20:00.001-07:002020-07-24T02:46:14.481-07:00Famosos (primera parte)<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No soy nada mitómano. Sólo he hecho cola una vez en mi vida
para que me dedicasen un dibujo. Yo tenía dieciséis años. Pasado el tiempo me
hice amigo del dibujante. Mi admiración por él sigue intacta. También he tenido
la suerte de conocer a ilustradores y pintores de prestigio que me han regalado
dibujos y cuadros, pero nunca he sido yo quien se los ha pedido. Nunca he
comprendido ese afán por arremolinarse alrededor de un famoso, un término que,
por otra parte, se mueve dentro de una horquilla muy amplia que comienza en el
famoso de medio pelo y termina en el trascendente, cuya fama tardará en
apagarse aun después de su muerte. Soy consciente de que a muchos de ellos les
encanta que los reconozcan, pero también imagino que a otros les molestará
tanto barullo. Por fortuna para estos últimos, con la mascarilla, gafas de sol
y una gorrita es muy difícil que te identifiquen. Esta “nueva normalidad” es Jauja
para los celosos de su intimidad y para los atracadores. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A lo largo de los años me he cruzado con algún famoso, la
mayor parte de las veces de modo casual y fugaz. Tampoco creo que este texto
pueda interesar a nadie, pero hace tiempo que a mi memoria le ha dado por
carraspear y no quisiera olvidar algunos momentos divertidos. Vamos, que es un
artículo de consumo personal.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
*</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Tendría nueve o diez años. Estaba en el casal de una falla. Se
me acercó Tip y me dijo: “¿Me puedes traer un whisky, caballerete?”. Puede que
sea uno de los acontecimientos más importantes de toda mi vida. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Bastantes años después, coincidí con Coll en un local
precioso que se llamaba L’Anouer y que estaba entre Benidorm y Altea. Era una
casa de campo, muy bien decorada, con un jardín muy elegante con cipreses,
jazmines y galanes en la que sólo se escuchaba música clásica, preferiblemente
barroca. A Coll nadie le hacía ni caso, y él parecía encantado. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
*</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ya he contado por ahí, si no en este blog en el anterior, de
mi dificultad para disfrutar de algunos espectáculos de mimo. En pos de remediar
esta carencia, me he tragado más funciones de mimos de las saludables, algo que
sin duda me ha pasado factura porque, en ocasiones y sin que venga a cuento,
inflo globos invisibles para sorpresa de mi peluquero o de los asistentes al
funeral. Entre otros, vi a James Thiérrée, el nieto mimo de Chaplin. Varios
amigos reservamos un palco, porque nos salía mejor de precio que las butacas de
patio y porque a un mimo no conviene verlo desde el gallinero cuando tienes más
de cinco dioptrías en cada ojo. Se apagaron las luces y comenzó la función. Una
mujer entró unos minutos después y se sentó en el palco contiguo. Compartíamos el
reposabrazos que separa un palco del otro, por lo que, de vez en cuando, nos
rozábamos. El caso es que la señora no paraba de reírse a carcajadas, con una
risa potente, aguda y algo molesta. Aproveché el descanso del cigarrito y el
carajillo (antes se podía fumar y beber en el hall y la cafetería de los
teatros) para echar un vistazo a mi vecina de palco… ¡era Geraldine Chaplin! No
recuerdo en absoluto de qué iba el espectáculo. De hecho, es muy probable que
hubiera olvidado haber estado ahí. Pero nunca podré olvidar que el brazo
derecho de Geraldine Chaplin rozó mi brazo izquierdo. Un poco más y me la tiro.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
*</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Coincidí con Imanol Arias en un ascensor. “¿A qué piso?”, le
pregunté. “Al segundo”, me respondió.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
*</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Estaba yo en el mítico Rock-Ola (siempre que se habla del Rock-Ola
conviene adjetivarlo como mítico) cuando entró Javier Gurruchaga del brazo de
un travesti imponente y en compañía de un tipo bajito, un tal Popotxo, que
vestía chaqueta roja de lentejuelas y sombrero y pajarita a juego. Ese día
actuaban un grupo de tecno, El Aviador Dro y sus Obreros Especializados y
Siniestro Total, que por aquel entonces eran muy punkarras. Se puede uno
imaginar que el ambiente era de lo más variopinto. Y ahí estábamos un par de
amigos y yo, trasegando cervezas y pasándolo la mar de bien. Abrió el concierto
El Aviador Dro. Sus seguidores, enfundados en sus monos blancos y tras sus
gafas oscuras de soldador, movían los bracitos adelante y atrás al compás de la
caja de ritmos. Los punks estaban extrañamente relajados, bebiendo cerveza y
dándose golpecitos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los unos a los otros
con sus cadenas en el lóbulo frontal. Hasta que los Siniestro Total atacaron
los primeros acordes (no es que hubiera muchos más) de su hit “Ayatola no me
toques la pirola”. Aquello fue como abrir las Puertas del Infierno. Un tropel
de diablos con cresta comenzaron a dar saltos, empujarse, escupirse y amontonarse
en el suelo al ritmo frenético de una danza demoniaca que ellos llamaban pogo. Me
uní a ellos sin complejos, acostumbrado como estaba a sobrevivir en los recreos
de un correccional elitista de pago. Alguien escupió a Germán Coppini, el
cantante de la banda, que intentó devolver el salivazo, tan denso en esta
primera intentona que le cayó en la puntera de la bota. Su segundo intento, más
licuado en esta ocasión, impactó de lleno en mi labio superior. No soy
demasiado melindroso, pero he de admitir que aquello me desagradó un tanto y me
deshice a rodillazos de mis amigos del pogo para ir al baño. Además, me meaba. Me
lavé la cara hasta desprenderme de los rasgos, me acerque al urinario y comencé
a hacer pis. Y entonces entró Popotxo y ocupó el urinario de mi derecha. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se ve que le quedaba alto y que –deduje- iba
algo borracho, porque el hombrecito no atinaba y me meó un poco en la pernera y
los zapatos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y así pasé una noche en el mítico Rock-Ola: escupido en el
labio superior por Germán Coppini y meado en la pernera y los zapatos por
Popotxo, el amigo pequeño de Gurruchaga.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
(Continuará). (Lo siento).</div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-84732874925238753232020-07-04T03:39:00.001-07:002020-07-04T05:11:36.832-07:00Vanitas<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
1</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A los tres o cuatro años me palpé el cráneo y fui consciente
por primera vez de que debajo de la piel había un esqueleto. Busqué a mi madre
y le dije: “Mamá, estoy muerto”. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
2</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Yo soy de esos que cuando comienzan las vacaciones de verano
piensa: “Mierda, ya me queda un día menos”. Con la muerte me pasa lo mismo.
Ante la evidencia de nuestra finitud caben dos opciones: aprovechar el tiempo o
desperdiciarlo. Yo soy más partidario de lo segundo, pero, desafortunadamente,
no me sale. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo que ocurre es que mis ocupaciones no son rentables por
culpa de la sociedad capitalista. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los objetos encontrados, por ejemplo, no dan dinero, a no
ser que otro tarado los vea hermosos y quiera comprarlos. Pero, ¿cómo
deshacerte de algo a lo que te ha unido un encuentro casual propiciado por las
hadas de los chamarileros? Nadie debería destruir el amor del paraguas y la
máquina de coser sobre una mesa de disección. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La lectura, el cuidado del jardín, la cocina, el paseo, la
conversación, escribir o dibujar no me reportan pingües. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y dar clases, que me gusta y sí me da algo de dinero,
debería ser, por lo que me dicen, la menor de mis preocupaciones laborales. Hay
que pensar a la larga, en los negocios y la inversión. La vida, según parece,
es una cuestión de supervivencia. A la mierda el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">carpe diem. </i>Hay que tener una estrategia vital. Aunque, como dijo
el filósofo Mike Tyson: “Todo el mundo tiene una estrategia hasta que le meto
la primera hostia”. Y que conste que a mí lo de vive cada minuto de tu vida
como si fuera el último me parece una de las gilipolleces más grandes que he
leído en los sobres del azúcar. Pero también es cierto que el día menos pensado
te cae un suicida en la cabeza y a tomar por el culo el plan de pensiones. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
3</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hace muchos años, comiéndonos un Frigo Pie bajo un chamizo
de Formentera, una amiga me contó sus planes. Un día, me dijo, habré ahorrado
lo suficiente como para comprarme un pisito con mirador en Zamora. Pondré una
mesa camilla en el mirador y me dedicaré a verlas venir. Por entonces, mi amiga
no tendría más de veinticinco años. Me pareció un plan muy sensato. Luego me
enseñó el carné de conducir de su tía Marieta. Lo guardaba como una reliquia
desde que la tía se despeñó por un barranco junto a su Seat Panda a la provecta
edad de ochenta y cuatro años. Pero esta es otra historia. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
4</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mi abuela Antonia murió en la bañera. Mi abuela María, en
mis brazos. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Vi cómo amortajaban a mi abuela Antonia. Le colocaron una
cucharilla de café entre el esternón y la barbilla para que no se le descolgara
la quijada. Poco después me mudé a su piso.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mi abuela María exhaló su último suspiro cuando la abracé. Estábamos solos. Fue bonito.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Desde entonces he visto unos cuantos muertos. La muerte,
para mí, ya no es lo que era. Antes no me daba miedo, tan sólo pánico. Ahora me
la sopla un tanto. No se trata de que le tenga afición, pero tampoco demasiado
respeto. Lo que sí que me sabe mal es no creer en la trascendencia, porque no
podré repetir una situación tan fantástica como la que vivo ahora mismo, a la
fresca, sin calzoncillos, bebiendo vino y rascándome los omóplatos con un
rascaespaldas. ¡Quin gust de viure!</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-80995204010217392272020-07-02T03:48:00.002-07:002020-07-02T03:48:57.175-07:00En las casas y el transporte urbano<br />
<div class="MsoNormal">
Hace un calor de justicia. Aunque poca justicia se encuentra
en este infierno inclemente. De hecho, y al parecer, la expresión deriva de un
tipo de tortura que consistía en abandonar a un prisionero bajo el sol durante
horas sin ningún tipo de protección, alimento o bebida. Sería Dios quien
decidiese si el acusado era o no inocente. A la mayor parte de los reos se les
achicharraban los sesos pero el que sobrevivía quedaba libre, aunque es de
suponer que bastante pasado de punto.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El sol caía a plomo esta mañana. Aun así, he acompañado a mi
amigo -el que se muda- a ver pisos. Me encanta ver casas, pisos y barcos e imaginar
qué vida llevaría en ellos. Siempre que paso por delante del escaparate de una
inmobiliaria me quedo mirando las fotos y los precios de las casas, aunque no
tenga ninguna intención de cambiar de domicilio. Me ocurre lo mismo cuando
paseo por el puerto y veo algunos barcos que me llaman la atención por algún
motivo, sabiendo que nunca tendré uno. Supongo que es una afición muy común.
Imaginar es gratis y da gustito. Recuerdo una peli, “La boda de Muriel”, en la
que la prota imaginaba su propia boda probándose trajes de novia en las tiendas
del ramo. A mí me ocurre lo mismo con las casas. Me gusta acompañar a quienes
necesitan comprar o alquilar y pienso que soy yo quien se muda. Me doy una
vuelta por el barrio y me fijo en las ferreterías, los quioscos y los bares.
También estudio el transporte urbano para saber cómo y cuánto tiempo me
costaría llegar al trabajo. Y una vez en el metro o el autobús, fantaseo sobre
las vidas de la gente, aunque, a decir verdad, últimamente la mascarilla me
tapa algunos rasgos que considero fundamentales para adivinar quiénes podrían
ser unos u otros. Así, una nariz de garfio o unas encías piorréicas me dicen
tanto de una persona como sus ojos. Otra cosa es que acierte. Estoy seguro de
que no doy ni una con las vidas que imagino, porque tiendo siempre a la
astracanada. Veo a una mujer con obesidad mórbida y la imagino tirándose en
paracaídas. El setentón asténico de hombros caídos y mentón huidizo fue, hasta
hace poco, El Último Hombre Bala. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>O las
adolescentes gemelas, con faldita a cuadros, que mastican chicle sin parpadear
y que, sin lugar a dudas, están poseídas por Satanás. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A veces<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>especulo con
que el autobús o el vagón de tren en los que viajo quedan aislados del mundo
por una paradoja espacio-temporal. Entonces reflexiono sobre los papeles que
adquirirían cada uno de los pasajeros. Los “seguratas”, como es obvio,
impondrían su ley por mor de sus galones privados y sus porras. El revisor y el
conductor se unirían a ellos por lo civil. El chico y la chica, jóvenes, guapos
y tatuados, tontearían enseguida. El matrimonio octogenario anunciaría su
defunción inmediata<span style="color: red;"> </span>sin las provisiones de su
camello del ambulatorio y sin pegamento para la dentadura. Los guiris, que iban
de camino a la playa, tardarían en comprender que no disfrutaban de una
performance folclórica. El tipo de la corbata se liaría a hostias con el
Cobrador del Frac. El resto del pasaje, muy variopinto, oscilaría entre el
abatimiento y la histeria. Yo, como siempre, optaría por el escaqueo, esperando
que no se confundiese mi reserva con sabiduría. Pasadas las horas, y en vista
de que los teléfonos móviles no funcionarían y conscientes de que el rescate
podría demorarse, comenzaríamos a tomar algunas decisiones importantes: qué comer,
dónde dormir y dónde situar el baño. Comeríamos lo que hubiera, repartido y
racionado convenientemente. Los asientos siempre serían más cómodos que el
suelo para dormir, por lo que se cederían a los mayores y a los niños. Las
mujeres reclamarían su derecho a la intimidad para obrar con discreción en la
cabina del conductor. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Casi desde el primer instante se crearían camarillas por
sexos, edades o estatus social. A los tres días la situación sería
insostenible. El chico guapo, italiano para más señas, rompería la ventanilla
con el martillito reglamentario y, contraviniendo las leyes elementales de la
cobardía y la prudencia, se adentraría en la espesa niebla que rodearía los
vehículos desde el primer momento. Le oiríamos lloriquear “Mamma, ay mamma” y nunca
más sabríamos de él. Un idiota menos. Para entonces, el autobús o el vagón
apestarían. La histeria devendría en desesperación. El séptimo día se cometería
el primer asesinato.<span style="color: red;"> </span>Surgirían y se derrocarían
líderes de un día para otro. Uno de ellos propondría comerse el cadáver a falta
de otra cosa que llevarse a la boca. Los menos remilgados apoyaríamos la
propuesta. A partir de ese momento se abrirían la veda y las puertas del
infierno. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
(Elipsis y cambio de tono).</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La niebla se disipó. La chica guapa murió junto a su bebé
prematuro durante el tercer parto. Los huesos de ambos, junto con los del resto
del pasaje, yacían apilados al fondo del vehículo. Algo tenía que darles de
comer a mis dos hijos, ¿no?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y en estas paso el rato cuando veo casas o viajo en transporte
público. No hay nada como fantasear de un modo saludable. </div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-47714112007799202852020-06-21T10:47:00.001-07:002020-06-21T10:47:06.308-07:00Bunbury<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
21/06/2020 Se acabó la alerta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
1</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Enrique Bunbury es un cantante que me cae mal. Su carrera
despegó imitando a Jim Morrison en un grupo que se llamaba “Héroes del Silencio”,
un nombre de paletos con pretensiones que era un fiel reflejo del tal Bunbury,
un tipo histriónico que cantaba engolado, desafinado y dándose pisto. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
2</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El escenario estaba a oscuras. El campo de fútbol del pueblo
lleno y el público expectante, como no podía ser de otra manera en un concierto
gratuito. Entonces, un cañón de luz iluminó al Mesías Bunbury, solo sobre el
escenario con una melena blanca y lisa que le llegaba a la cintura, pantalones
pitillo de cuero negro, los brazos en cruz y el torso desnudo. Los espectadores
cayeron en trance. Sin embargo, ni mis amigos ni yo dábamos crédito a semejante
infamia, de modo que expresamos nuestro descontento en voz alta. Le gritamos “petimetre”,
“mindundi”, “malfaener” y que era bastante hijo de puta. Pienso que, de algún
modo, Bunbury malinterpretó nuestros comentarios, porque paró de golpe el
espectáculo y nos invitó a abandonar el recinto con unos modales exquisitos. La
verdad es que Bunbury nos dio una lección, el cabronazo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
3</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Treinta años después leo un artículo en el periódico en el
que se acusa a Bunbury de plagio. Se ve que a lo largo de los años ha picoteado
de aquí y allá versos de algunos poetas para escribir las letras de sus
canciones. Pero Bunbury no se conformaba con copiar a oscuros poetastros de
tugurio, ¡pues bueno es Enrique Bunbury! Bunbury ha fusilado entre otros a
Leonard Cohen, Charles Bukowski, Fernando Arrabal, Sánchez Dragó, Benítez
Reyes, Frida Khalo, Carver, Blas de Otero, Michel Houellebecq, Gabriel Celaya,
Nicanor Parra, Antonio Gamoneda, Pedro Casariego, Haruki Murakami o Benedetti.
¡Tócate los huevos! Preguntado por el asunto, el bueno de Enrique ha declarado
que: “No es plagio ni es nada. Es lo que hacemos los escritores en todos los
ámbitos: recoger frases de la calle, de los periódicos, de los bares y, por
supuesto, de los poetas. La acusación es una chorrada. Y si no que le pregunten
a Dylan”. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Esta defensa no es más que una prueba de la demencia
arrogante del individuo Bunbury que, pillado en falta, se excusa comparándose
con Dylan. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
He buscado sin suerte una cita de Groucho Marx en la que
pide disculpas a los lectores de su libro si no está del todo bien redactado.
Viene a decir que más vale que el texto sea malo, pero suyo y sincero, antes que
recurrir a un “negro” para que se lo escriba. Yo jamás he escrito algo que no
sea mío sin citarlo. Por eso todo lo que escribo es tan malo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ahora, todo hay que decirlo, Bunbury lee, cosa que le honra.</div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-57097687829528954522020-06-20T11:09:00.000-07:002020-06-20T11:22:52.082-07:00Performance<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
1</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En 1982 asistí a una performance. Fue en un aula de la
Facultad de Bellas Artes. Un alumno de quinto apareció con la pertinente bata roñosa que nos servía de uniforme y extendió por encima de la pizarra un
papel blanco de unos dos metros de alto por seis de ancho. Después, dejó en el
suelo unos cuantos botes de pintura acrílica de diferentes colores e hizo una
señal para que alguien apagara las luces. Se encendió entonces un proyector que
comenzó a bombardear diapositivas inconexas sobre el papel. El alumno pegaba
brochazos azarosos sobre las imágenes al tiempo que pitaba con un silbato que
llevaba en la boca. Pasado un tiempo, que a mí se me hizo eterno, el alumno dio
por terminada su obra. Se apagó el proyector, dejó de pitar y se encendieron
las luces. El artista de quinto, ceremonioso, sacó un mechero del bolsillo de
la bata y le pegó fuego al papel para regocijo la mayoría de los presentes y
pavor de los cobardes como yo que tosíamos y contemplábamos como única salida
la ventana de un segundo piso. Cuando el fuego remitió, el alumno de quinto
metió en una cajita de cartón unas cuantas cenizas y firmó en la tapa con un
pincel fino. Me dijeron que había sacado un sobresaliente. Yo pensé que el mago
de tercera que se sacaba pañuelos de la manga en la comunión de mi hermana poseía
un talento renacentista al lado de semejante mierdas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me voy a permitir una cita larguísima del libro de Robert
Crumb “Recuerdos y opiniones”.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
“En mis primeras viñetas tales como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fritz Bugs Out </i>me solía mofar del universitario seudo-kerouquiano (......),
el clásico chaval con jersey negro de cuello alto que se las daba de enrollado
mundano y errático que ligaba con niñatas románticas de buena familia. En
verdad me amargaba constatar hasta qué punto ese rol podía llegar a funcionar.
Sabía sin sombra de duda que yo era un artista mucho más interesante que un
pintor expresionista que conocía en Cleveland, que no pintaba más que lienzos
grandes de dos metros y medio y cuyas obras eran sólo cagadas infectas… ¡lo
peor! Pero era un individuo bello, aristado y robusto que se tocaba con esta enorme
bufanda sobre un suéter ajado. El tío se quedaba contemplando su lodazal de
pinturas mientras las tías le traían cafés. Había siempre jóvenes atractivas
pendulando por el estudio y tratando de llamar la atención de este individuo
con un aura de capa y espada que resultaba tremendamente exitosa entre las
mujeres. Su ‘arte’ era lo de menos”.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Crumb habla de los años cincuenta. Estamos en 2020 y
seguimos en las mismas. Si acaso, aquellos “artistas” tenían la deferencia de
mancharse las mangas del jersey. Los guapitos de ahora encargan sus mecanismos
a otros mientras se castigan los abdominales en el gimnasio. Conozco a uno que
se hizo construir un globo meteorológico en el que pretendía poner en órbita un
Pokémon. No pasó de los tejados de Burgos antes de que el globo se congelara y
la obra de arte se cayera por su propio peso. Ahora, eso sí, la crítica y los
idiotas adoran a estos timadores subvencionados, sanos y encantadores que,
además, follan sin parar. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Será envidia. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
2</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mi suegra nos regaló uno de esos chismes a los que hablas y
te cuentan un chiste, te sintonizan una emisora de radio o te buscan una
canción entre otras opciones que desconozco porque me la peta. La verdad es que
el artefacto me ha venido muy bien estos días de reclusión en casa, sobre todo
para escuchar música mientras cocinaba. Pero como estos robots espía me caen
muy mal, aunque tengan una voz femenina tan dulce, he encontrado la manera de
divertirme con ellos. Al mío lo puteo sobremanera. He decidido que mi robot se
acoja a la corrección política, de manera que le hablo como si fuera un gangoso
con frenillo. Le digo: “Okeys Goodgled, pondme dumbas de Pedet”, ¡y va el
cabdón y me las podne! ¡Hay que ver lo rápido que aprenden los animalitos!</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
(Esta mañana, antes de escribir esta chorrada, le he
preguntado a Ana que cómo se llaman estos artilugios. “OK Google”, me ha
respondido, y el aparatejo ha entendido que se le hablaba a él y se ha quedado
esperando una orden. Le he dicho a Ana “¡Ves lo que has hecho!”, y entonces el
robot me ha respondido: “Todavía no puedo ver. Lo intentaré en el futuro”.
¿Acojona o no?).</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
3</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hay que ser honrados.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-2174011314021223822020-06-14T11:24:00.004-07:002020-06-14T11:25:46.219-07:00Ortografía e Iglesia<br />
<div class="MsoNormal">
14/06/2020 </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
1<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me senté a comer después de una mañana de trabajo sabatino. Mi
hijo veía las noticias en un telediario nacional. Esperaba la sección de
deportes para regodearse con el empate que consiguió nuestro Levante U.D. en el
último minuto y en campo choto. Estos empates <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in extremis </i>dan mucho gusto, más si es contra el Valencia C.F., ese
equipete de paletos con pretensiones. La presentadora hablaba del maldito virus
y dio paso a una conexión. Yo no me preocupé de lo que se decía desde el
hospital porque me aplicaba en devorar sin masticar una berenjena asada. Y
entonces ocurrió el milagro: la locutora se disculpó por una falta de
ortografía en el rótulo que acompañaba a la noticia. “La palabra ‘cirugía`
-dijo- no se escribe con jota, sino con ge, disculpen la errata”. Todavía no
salgo de mi asombro. Los telediarios, ya largos de por sí, no se acabarían
nunca si los presentadores tuvieran que interrumpirlos cada vez que se comete
una falta de ortografía en los sobreimpresionados. Esta presentadora es sin
duda una revolucionaria y una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rara avis </i>en
su gremio. Sólo así se explica su coraje al enfrentarse públicamente a una sociedad
que no permite este tipo de correcciones. ¿Cómo se le ocurre corregir a ese
pobre becario que a saber qué vida ha llevado en su minúsculo pisito de la
periferia? Es una clasista de mierda. Yo hace tiempo que decidí pedir perdón
cuando apunto una incorrección gramatical, y siempre lo hago dentro del ámbito
docente, amistoso o de cercanía familiar, no vaya a ser que me insulten y me
calcen una hostia por pedante y por facha. Aunque, para qué negarlo, siempre
siento un cosquilleo de placer en las glándulas de Cowper cuando descubro una
falta. Y no es por engreimiento, sino por saberme del lado revolucionario, en
el pequeño reducto de los letraheridos, de los pocos defensores de una causa
justa, aun a sabiendas de que me moriré sin poner una coma en el lugar
adecuado. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los sectarios de esta lucha ya somos casi ancianos. La
presentadora del telediario es todavía una mujer joven. Ojalá haya más como
ella, aunque tengan que sacrificar su carrera en las trincheras
contraculturales. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
2</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Todos los años, por estas fechas, la Iglesia católica lanza
una carísima campaña publicitaria en la prensa, la radio y la televisión para captar
dinero. Se acerca el momento de cumplimentar la declaración de la renta y les
entra el tembleque. Necesitan mucho dinero para, entre otras cosas, seguir contratando
semejantes campañas. El problema de estas campañas es que yerran el tiro. No
atienden a su público objetivo: los jugadores de rol y de videojuegos. Desde
que el Papa Juan XXIII montó el Concilio Vaticano II la Iglesia no ha hecho más
que precipitarse en un pozo de tibieza moral y fealdad corporativa. La liturgia
da asco cuando se bendice el pan de molde y el vino de brik a ritmo de electro
latino. ¿Dónde quedaron los autos de fe? ¿Dónde los brazos incorruptos y los
estigmas? ¿Dónde los exorcistas y sus hisopos? Están perdiendo a las nuevas
generaciones. Satán, como siempre, se lo monta mejor. Por lo menos en sus
rituales todavía se encienden velones y no esas ridículas bombillas que,
además, te cuestan un euro. O reculan o se quedan sin feligreses. Ya no
convencen ni a los indígenas de la hucha.</div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-42993723124231395762020-06-11T05:21:00.000-07:002020-06-11T05:21:59.492-07:00Mi amigo<br />
<div class="MsoNormal">
11/06/2020 Con mascarilla, pero de un lado a otro.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Conozco a mi amigo desde que teníamos seis años. Ahora
tenemos cincuenta más. Ya nos odiábamos cuando nuestras madres nos enjabonaban
en la misma bañera. Imaginad la de amor que ha hecho falta para contrarrestar
tantos años de bilis.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mi amigo es más trastero que yo. Hablamos de un Diógenes
severo, pero con clase. Yo sólo recojo de mi entorno cercano, pero él, que no
tiene hijos y es viajero, acumula objetos de muy diversas procedencias, muchos
de ellos bastante valiosos. Por lo demás, mi amigo es un tipo de costumbres
extremadamente austeras, casi monacales.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El caso es que mi amigo ha de hacer mudanza. Esta mañana me
la he tomado libre y hemos estado de inventario. O, mejor dicho, hemos tratado
de hacer inventario. Cuando nos hemos dado cuenta de lo ingente de la tarea,
nos ha entrado algo parecido a un Síndrome de Stendhal de chamarileros y nos
hemos bajado a tomar un té. Algo menos mareados y superada la flojera le he
sugerido que se compre adhesivitos de colores y que los vaya pegando en los
objetos que quiere conservar, en los que vendería y en los que prefiere
abandonar. No es una tarea fácil. Sólo los libros y los discos requieren de un
par de días de trabajo. Los muebles y los cuadros parece que darán menos faena.
En cuanto a los trastos en general, cuya enumeración me llevaría unas cuantas
páginas, prefiero no caer en el desánimo. Yo no sabría qué hacer en su situación.
Está claro que hay personas que tiran y otras que recogen. Yo no puedo decirle
a nadie que tire algo. Va contra mi naturaleza… me enferma. Más cuando todos
los objetos se asocian con un recuerdo concreto, un momento único. Me niego a
prescindir de mis objetos queridos. No sé viajar ligero de equipaje. Cada uno
tiene sus “cadaunadas”, que decía mi padre.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mi amigo no ha encontrado un nuevo alojamiento, al menos de
momento. Tiene un lugar muy pequeño donde vivir hasta que lo encuentre. Su vida
resumida en libros, discos, cuadros y objetos quedará almacenada en un espacio
muchísimo mayor del que él necesita para vivir. ¿Pero, hay algo de malo en eso?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-67912939415444799072020-06-09T10:39:00.000-07:002020-06-09T10:39:26.886-07:00Hay momentos<br />
<div class="MsoNormal">
09/06/2020</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hay momentos, cumplida cierta edad, en los que con suerte
has vivido lo tuyo, tanto para lo bueno como para lo malo. Yo a veces me siento
así. Escribo, planto árboles y he tenido hijos. Lo de los árboles hasta me ha
salido bien. Así que los “clásicos” ya los puedo tachar.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Da la impresión de
que la capacidad de sorpresa tiene caducidad.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
He vivido experiencias confesables e inconfesables. Estas
últimas no me las callo por pudor, sino por no molestar. La vida, encima, me ha
tratado bien. Tengo un físico imponente -soy guapo a rabiar-, los médicos y sus
alquimias me mantienen aparentemente vivo y bebo y devoro como un sultán. Pero,
sobre todo, me siento más querido que rechazado. En resumen, mi vida navega en
ese dulce vaivén del oleaje en calma. Y si de vez en cuando amenaza tempestad y
zozobra es porque hay mucho gilipollas. Aunque también he aprendido a lidiar
con ellos. Todo parece estar en orden.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La curiosidad sobre el porvenir sigue ahí, aunque no tanto
por lo que me pueda ocurrir a mí como sobre lo que hagan o hayan hecho otros. Quizá
tenga algo que ver con que no me entusiasme viajar, por lo que mis intereses se
circunscriben a mi entorno y, ocasionalmente, a trayectos cortos por internet. Vamos,
que si me desplazo es a tiro fijo para ver, tocar o escuchar tal o cual pieza,
lo que me permite mucho tiempo para deambular sin guía, que de eso se trata cuando
uno se toma la tremenda molestia de viajar.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por encima de todo me interesa el arte. Pero no aquellos
artistas que creen que han inventado la rueda porque abren una puerta con un
sensor o te ponen cara de chimpancé en una app. Prefiero de lejos las puertas
giratorias de Correos (podría pasarme horas mareadillo) o la galería de espejos
deformantes del parque de atracciones. Cuando hablo de arte hablo de
descubrimiento, desconcierto y emoción, no de bolas de caspa con microchip en
los hombros de un batín cosido con fibra óptica y tufillo a alcanfor. La
tecnología es bella cuando no tiene pretensiones artísticas., cuando no es más
que una herramienta: cuando es ingeniería. Cuando pretende ser transcendente
reniega de su propia condición, que no es otra que ser efímera. Es como
escribir un poema con agua en una servilleta de papel (aunque esto mola, para
qué engañarnos). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
Y después del rollo, la conclusión obvia: ¡la de músicas,
libros, pinturas, películas o arquitecturas, ya creadas o por hacer, que me
quedan por descubrir! Y la de conversaciones con amigos -escupiéndonos
perdigones a la cara sin miedo -. El verano pasado me embelesó Beethoven, un
músico jipi que apunta maneras, y ahora mismo ando enganchado a un vodevil que
se titula “La montaña mágica” y que me divierte todas las noches. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
P.D.1: Quienes me conocen -entre otros tú, mi querido
lector- saben que mi pretendida decadencia no es más que dandismo. Soy un
yonqui y me gusta saber de todo. Pero es que me cuesta encontrar algo nuevo que
me emocione más que sus referentes. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
P.D.2: Los alumnos de tercero de este año han presentado sus
proyectos esta mañana. El virus nos ha obligado a que lo hicieran por teleconferencia.
Sus presentaciones han sido impecables. Lo dejo escrito para el recuerdo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-62191724502418679372020-06-06T11:01:00.001-07:002020-06-06T11:01:14.948-07:00Aliento<br />
<div class="MsoNormal">
06-05-2020 Muchos días ya.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los aromas y los sabores nos traen recuerdos. Yo recuerdo
vívidamente el aliento del cura que me confesaba en el cole. Como era un
colegio laico y no había capilla, nos confesaba sentado en una silla mientras
los niños nos postrábamos de hinojos como a punto de hacerle una felación. “Ave
María Purísima”, nos decía, y nosotros contestábamos “Sin pescado en la cocina”.
Entonces le contábamos lo de siempre, que si he mordido en el lóbulo a Abelardo
“Tío Petardo”, que si he amenazado a mis padres con un cuchillo jamonero, que
si me he pajeado pensando en el profesor de Química… Vamos, lo de siempre. Y
cuando terminábamos de soltar toda esa sarta de insensateces, el Padre acercaba
su orondo careto al nuestro y nos imponía la penitencia: “Mil Padrenuestros,
doscientos Credos y otros tantos Avemarías. Ego te absolvo a peccatis tuis in
nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti Amén”, al tiempo que expelía su
hálito mefítico en nuestras napias. Se trataba de un hedor contradictorio,
entre acre y dulzón, una mezcla repugnante de café con leche, brandy y tabaco
negro sin filtro. Nunca lo olvidaré.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En estos días de paseo con mascarilla imagino al Pater inhalando
su propio aliento y cayendo redondo en la acera. Con lo fácil que hubiera sido
comprarse un colutorio.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7427579862687716734.post-58558110063257731302020-05-30T12:20:00.000-07:002020-05-30T13:09:33.928-07:00Rojo<br />
<div class="MsoNormal">
30-05-2020 He dejado de llevar la cuenta</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me siento a escribir a las nueve y cuatro minutos de la tarde. Es sábado. El cuerpo
me pide hablar sobre la tecnología y el deporte como los grandes timos del
S.XXI. Trabajo mucho por culpa de la tecnología pero, afortunadamente, no
practico deporte alguno. Quizá mañana, si puedo, hable de ello. Pero un amigo
dice que soy muy de de izquierdas y empiezo a sentir que he de justificarme sin
sentir vergüenza. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Para mí ser de izquierdas es:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Evitar el sufrimiento y el dolor de los demás en
la medida que mi egoísmo me lo permita.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Pagar mis impuestos conforme a mis ingresos
siempre que se administren bien.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Respetar la libertad individual y la libertad de
expresión.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Repudiar los populismos y los nacionalismos.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Desconfiar.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Ser ecologista mientras no me agredan las
gaviotas.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span> Asistir a un erizo cojo.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Y, en ningún caso, ansiar el poder o justificar
la violencia.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Es fácil.</div>
<br />Antonio Sotohttp://www.blogger.com/profile/06544114068169050496noreply@blogger.com0